09

4K 414 106
                                    

Después de aquella conversación con Jungkook y planes en mente, ambos salieron del hospital.

— Jimin no es necesario, además como dijo Jin, estás cerca de terminar el segundo trimestre, no creo que sea lo más adecuado.

— Te hiciste cargo de mí este último mes, me alimentaste, me diste techo e incluso me compraste prendas nuevas y todo esto lo hiciste sin pedirme nada a cambio. —Metió sus manos en los bolsillos de su suéter— Min Yoongi, gracias.

— El mundo no gira alrededor de lo material, solo quiero que estén bien.

— El mundo gira alrededor del dinero más de lo que crees Yoongi. —Apretó los labios, quería llorar, pero no sabía la razón

— Bueno, no en mi caso, me encanta ayudar y ver por el bien de las personas. —Sus miradas se encontraron, haciendo que el tiempo se parara.

Yoongi quería tomar la mano del rubio mas no sabía si era lo correcto, pero por primera vez su cerebro y corazón estaban de acuerdo, así que con valor, tomó la mano de Jimin uniéndola con la suya.

Jimin no se inmutó, se dejó llevar por las acciones de Yoongi, dejando que el calor del pelinegro envolviera su mano.

— Yoongi, sé que es muy tonto esto, muy apenas nos conocemos, pero promete nunca soltarme. Promete nunca dejarme solo. —Una lágrima sin previo aviso bajo por su mejilla— Por favor, ya no quiero volver a sentirme solo.

Y es que a pesar de nacer en cuna de oro, Jimin jamás se había sentido de esa forma, jamás había sentido lo que era ser querido, querido sin dar nada a cambio, solo una persona lo había querido verdaderamente y no, no hablaba de su madre, sino de su nana.

Y ahora que había vuelto a sentir ese sentimiento, se negaba de forma egoísta a soltarlo.

— No, no llores, no me gusta verte llorar. —Limpio las lágrimas del rubio sin soltar su mano— Te lo prometo, siempre estaré a tu lado, pero no quiero volver a verte llorar. ¿Me prometes no volver a llorar?

Jimin asintió y por impulso soltó la mano de Yoongi para darle un abrazo.

— Gracias por existir. —Le dijo con el mentón recargado en el hombro.

— Gracias por llegar a mi vida, Yoongi. —Contestó el rubio, cerrando los ojos, disfrutando la sensación de aquel abrazo.

Sus cuerpos se separaron lentamente, sus miradas seguían conectadas, dicen que los ojos son las ventanas del alma y Jimin podía asegurar que a través de los ojos de Yoongi podía ver un corazón puro, una alma sincera.

Bastó solo un segundo, bastó solo un movimiento involuntario para que ambos volvieran a estar cerca, sus labios se rozaban, sus respiraciones chocaban, solo bastaba un pequeño empujón, un poco de valor para que ese mágico momento ocurriera, sin embargo, el miedo a que se repitiera la misma historia hizo que Jimin fuera el primero en dar un paso para atrás.

Después de todo lo que había pasado, para Jimin le era muy difícil confiar su corazón.
Yoongi por otro lado no iba a mentir, se había ilusionado con que aquello iba a pasar, deseaba probar esos labios rosas, pero prefería no presionarlo, si ese beso estaba destinado, iba a ocurrir aun así pasarán 100 años.

— ¿Vamos a casa? —Preguntó el pelinegro mientras le extendía su mano al rubio en señal para qué la tomará.

El rubio tomó su mano y asintió ligeramente con una pequeña sonrisa en su rostro.

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Rockabye | Yoonmin |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora