10

4.3K 383 22
                                    

22 de marzo 2015

—¿Unir a nuestros hijos en matrimonio? —Kim Young Hoon encendió un puro, exhalando una nube de humo— Es la idea más idiota que he oído.

—Piénsalo, Young Hoon —insistió Park Seung, inclinándose en el sofá de cuero del lujoso penthouse— Uniríamos dos de las empresas más grandes de Corea. Nuestro imperio crecería.

—¿Imperio? —Young Hoon soltó una risa fingida, cortante—. ¿Llamas imperio a una empresa en bancarrota? No me hagas perder el tiempo con bromas estúpidas.

—No estamos en nuestro mejor momento —admitió Seung, con la voz tensa— Pero el imperio Park no ha caído.

—Los Park han sido miserables desde siempre —espetó Young Hoon, levantándose para caminar por la sala, con el puro en la mano— ¿Recuerdas hace cuarenta años? Yo sí. Tu padre rogaba al mío por dinero. Y nada ha cambiado. Sigues con las mismas tradiciones patéticas, ¿verdad?

—Empresas Park puede sostenerse sola —replicó Seung, con orgullo forzado.

—Por favor, ni tú te crees eso —dijo Young Hoon, riendo como si fuera el mejor chiste— Te gusta la buena vida, ansías poder, y sabes que solo yo puedo dártelo. Sin mí, tu “imperio” se hunde. —Su voz se alzó, llenando el espacio.

La rivalidad entre las empresas Kim y Park era legendaria, pero a Seung no le importaba. Era un parásito, siempre buscando su beneficio, sin importar humillaciones. Creía que nadie lo superaba, que siempre encontraría la forma de vencer.

—Si quieres seguir con tu cuento de “Empresas Park se sostiene sola”, la puerta está abierta —dijo Young Hoon, señalando la salida— Vete y deja de hacerme perder el tiempo.

Seung no se movió, con la mandíbula apretada.

—Sabía que me necesitabas —dijo Young Hoon, sonriendo con arrogancia, volviendo a sentarse— Tal vez sea hora de mi obra de caridad del día.

—Hagamos un trato —propuso Seung— Crecimiento para mi empresa a cambio del cuarenta por ciento de mis acciones.

—Sesenta por ciento —contraatacó Young Hoon— Y una garantía.

—¿Garantía? —Seung frunció el ceño.

—Hablaste de unir a nuestros chicos —dijo Young Hoon, con una sonrisa fría— Tomaré a tu hijo como garantía. Si me traicionas, Park Jimin pagará el doble.

Seung soltó una risa nerviosa, pero sus ojos no vacilaron.

—Es un trato.

—Es un trato

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Rockabye | Yoonmin |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora