—Joven, ya le dije que no puede pasar —repitió el guardia, cruzando los brazos con una mezcla de firmeza y lástima.
—Vamos, por favor, solo necesito cinco minutos —suplicó Jimin, con la voz temblorosa y los ojos brillantes por las lágrimas contenidas.
—Son órdenes de su padre. No puedo hacer excepciones.
—Cinco minutos, se lo juro. Hablaré con él, me perdonará y todo volverá a ser como antes.
El guardia lo miró en silencio, atrapado entre la compasión y el deber. No podía desobedecer; tenía una familia que dependía de su salario, y arriesgar su trabajo no era una opción. Jimin, al ver la determinación en los ojos del hombre, sintió que el suelo se desmoronaba bajo sus pies. Sus hombros cayeron, derrotados. Lo mejor sería marcharse, pero… ¿a dónde iría? No tenía amigos ni familia en la ciudad. Todo lo que amaba, todo lo que conocía, estaba dentro de las imponentes paredes de la mansión Park.
Había nacido y crecido en esa casa, un mundo cerrado donde cada necesidad estaba cubierta. Las pocas veces que salía era por asuntos de la empresa de su padre, siempre escoltado, siempre controlado. Nunca había necesitado nada; lo tenía todo. Pero ahora, parado frente a las rejas que una vez lo protegieron, no tenía nada. Ni a nadie.Con el corazón apretado, Jimin se aferró a una frágil esperanza: tal vez al día siguiente podría hablar con su padre y enmendar lo que fuera que había hecho mal. Pero… ¿cuál había sido su error? ¿Querer a alguien? ¿Esperar un bebé? La sola idea lo hizo estremecerse. Apretó los puños y comenzó a caminar sin rumbo, dejando atrás la mansión que había sido su hogar.
—Mis pies duelen de tanto caminar —murmuró, mirando el cielo que se teñía de un azul profundo—. Está oscureciendo… ¿Qué puedo hacer?
Sin darse cuenta, sus pasos lo llevaron a un parque a varias calles de la mansión. Era un lugar sencillo, con árboles desnudos por el otoño y bancas desgastadas por el tiempo. El aire frío le calaba los huesos, pero estaba demasiado agotado para seguir caminando. Se dejó caer en una banca, podía sentir el metal helado contra su ropa ligera.
—Bebé, sé que esto es difícil, pero también sé que tu papi nos ama. Está asustado, por eso dijo todas esas cosas feas. Él me ama… nos ama. —Las lágrimas rodaron por sus mejillas, cálidas contra su piel fría—. Tus abuelos también te querrán, solo necesitan un poco de tiempo. Sé que eres muy pequeño, pero sé que me escuchas. Quiero que sepas que, aunque aún no has nacido, te amo con todo mi corazón y nunca dejaré de hacerlo.
Esa noche, las estrellas brillaban con una intensidad que parecía querer consolarlo. Jimin se recostó en la banca, usando su chaqueta como almohada improvisada, y contempló el cielo infinito.
—Te contaré algo —susurró, acariciando su vientre con suavidad— Cuando era niño, mi nana decía que cada estrella es una persona que te quiere tanto que su amor se convierte en luz y se inmortaliza en el cielo. Pueden haberte amado en esta vida o en otra. Si las estrellas siguen brillando, significa que aún te quieren. Es una linda historia, ¿verdad?
Por un momento, la calma del cielo lo envolvió, pero su mente pronto volvió a la realidad. Estaba solo, sin un plan, sin un lugar donde refugiarse. Su padre era un hombre duro, de carácter inflexible. En el pasado, habían sido cercanos, inseparables. Jimin recordaba los días en que su padre lo llevaba a la empresa, orgulloso, presentándolo como su heredero. Pero todo cambió cuando el señor Park descubrió que Jimin era un doncel. La noticia lo transformó. Su mirada cálida se volvió gélida, sus palabras escasas. Jimin pasó de ser el centro de su mundo a un objeto sin importancia, confinado a la mansión como un secreto vergonzoso.
—Basta de recuerdos inútiles, Jimin —se reprendió, secándose las lágrimas— Ahora debes concentrarte en lo importante.
No era la cama de sábanas suaves a la que estaba acostumbrado, pero esa banca sería su refugio por esa noche. Cerró los ojos, acurrucándose contra el frío, sin saber que ese pedazo de metal sería su hogar durante los meses siguientes.

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Rockabye | Yoonmin |
FanfictionPark Jimin es echado de su hogar después de que sus padres descubrieran de su embarazo, solo y sin ayuda el destino lo lleva a conocer a Min Yoongi, un exitoso cardiólogo, lo que ambos no saben es que su pasado estaba relacionado. ¿Podrán seguir jun...