21

3.1K 322 24
                                    

—Es irónico —dijo Jungkook, comiendo una uva.

—¿Qué? —respondió Taehyung, con la boca llena de uvas.

Estaban en la opresiva oficina de Taehyung, rodeados de muebles oscuros y el sonido del teclado mientras Taehyung trabajaba en su computador. Jungkook observaba, negándose a pasar su día libre solo. Aunque Taehyung quiso echarlo, Jungkook insistió y, tras una discusión, se quedó.

—Cuando te conocí, quería enseñarte a ser humilde. Odiaba que restregaras tu dinero. Quería cambiarte, pero parece que yo soy quien se acostumbra a la buena vida —dijo Jungkook, llevándose una uva a la boca y bebiendo champán.

—El dinero mueve el mundo, bonito. Ya deberías saberlo —respondió Taehyung.

—Aún quiero enseñarte a tomar el autobús. Podría salvarte la vida —sonrió Jungkook.

—Ni lo sueñes. Ya jugué a ser pobre contigo en ese mugroso puesto de comida ambulante. Casi muero. Parecía comida para perros —espetó Taehyung.

Jungkook iba a defender su puesto de empanadas favorito cuando la puerta se abrió abruptamente.

—¡Hasta que te encuentro! —dijo un hombre de traje negro— ¿Quién te permitió faltar al trabajo? Te busqué por días.

—Padre, es nefasto verte. No puedo decir que tu visita me alegra —respondió Taehyung— ¿No puedo tomar vacaciones? Trabajo todo el maldito año.

—Toda tu vida te entrené para que hicieras bien tu trabajo, y aún no sabes hacer nada bien, perro estúpido —espetó Kim Young Hoon, mirando a Jungkook, quien observaba en silencio— ¿Quién es él?

—Un amigo —dijo Taehyung, apretando la mandíbula, molesto— Jungkook, vete.

—Pero, Tae —protestó Jungkook

—Dije que te vayas. ¿Qué mierda no entiendes? ¿Te lo explico? —gritó Taehyung.

Jungkook no se movió, mirando a ambos hombres.

—¿Es sordo? —cuestionó Young Hoon.

—¡MALDITO INÚTIL, VETE DE AQUÍ! —bramó Taehyung.

Jungkook salió corriendo, herido, caminando a casa sin mirar atrás, sus sentimientos destrozados.

—¿Te enredaste con él? Siempre eliges a las peores zorras. Parece difícil de domar, pero debe tener algo para que siga contigo —dijo Young Hoon.

—No te daré detalles de mi vida personal. Jamás te importó —espetó Taehyung— Ve al punto.

—Solo lo mencionaba por si estabas dispuesto a compartir —sonrió Young Hoon, hipócrita— Vine a decirte que eres un idiota. Tu esfuerzo por ocultar el paradero de Park Jimin fue ineficaz. Sabías que lo buscábamos. ¿Pensaste que podías manipularme y beneficiarte? No te funcionó. Soy más inteligente, Taehyung. Siempre seré superior.

Taehyung sonrió con ironía.

—¿Qué piensas hacer ahora? —preguntó.

—Deshacerme de él y su familia. ¿No es obvio? —respondió Young Hoon.

—¿Tanto es tu deseo por poder como para tomar vidas inocentes? Eres egoísta, padre —dijo Taehyung.

—Son un peligro. Pueden derrumbar lo que hemos construido por décadas. No eres inocente, Taehyung. Eres igual que yo. Tus manos están manchadas —replicó Young Hoon.

—¡PORQUE TÚ ME OBLIGASTE! —gritó Taehyung, frustrado— Su rostro sin vida me persiguió en pesadillas por años.

—Era una vida sin importancia. Tenías que hacerlo —dijo Young Hoon.

—¡Era tu hermano! ¿Qué clase de padre obliga a su hijo de 15 años a asesinar? ¡Dime! —bramó Taehyung, las venas de su rostro resaltando, su odio evidente.

—Era necesario. Si no lo hubieras hecho, no tendrías lo que tienes. Él quería quitarnos todo —respondió Young Hoon, tranquilo— Si no fuera por tu noble acción, no serías el futuro heredero del imperio Kim. Tienes poder en tus manos.

—¿Noble acción? ¿Desde cuándo matar es noble? —espetó Taehyung— ¿Por qué tuve que ser yo?

—Fácil. Si eras estúpido y te descubrían, al ser menor tendrías beneficios. Te liberarían pronto. Pero sabía que mi muchacho era un ganador y lo haría bien —dijo Young Hoon, tomando una uva— Esta vez, yo haré el trabajo. No tendrás que ayudarme a eliminar a los Park. Los Kim somos superiores. Nadie nos arrebatará el poder.

—Supongo que será una vida a cambio de otra —murmuró Taehyung.

—¿De qué carajos hablas? —preguntó Young Hoon.

Taehyung miraba con desprecio al hombre que lo había dañado desde pequeño, que siempre se beneficiaba antes que a su hijo. Aunque, al final, no eran tan diferentes. De tal palo, tal astilla.

—Ya lo sabrás. Si no tienes más que decir, ve y mata a los Park, pero déjame en paz —dijo Taehyung.

Young Hoon negó con la cabeza, riendo.

Rockabye | Yoonmin |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora