24

2.9K 269 49
                                    

Minutos antes de que alguien irrumpiera en su soledad, Yoongi estaba solo en su consultorio, rebuscando en los cajones de su escritorio con una mezcla de impaciencia y nostalgia. Buscaba su llavero favorito, un pequeño regalo de Jimin que llevaba como un talismán de su amor. Mientras removía papeles arrugados, bolígrafos y clips desordenados, sus dedos tropezaron con algo inesperado, un USB negro con una nota arrugada pegada a él. Frunció el ceño y despegó la nota con cuidado. La letra estaba cargada de veneno.

"¿Crees que Yoongi te querrá después de ver la zorra que eres?"


El aire se le escapó de los pulmones. Un escalofrío recorrió su espalda, y su corazón latió con furia. Las palabras eran un golpe directo, una amenaza cruel que apuñalaba su confianza. Su mente voló inmediatamente a Kim Taehyung. Ese maldito. Yoongi lo odiaba con cada fibra de su ser, por el daño que le había infligido a Jimin en el pasado. Taehyung había destrozado a Jimin, dejándolo con cicatrices emocionales que Yoongi aún ayudaba a sanar, noches de pesadillas y días de inseguridad. La idea de que este USB fuera obra suya lo llenó de una rabia ardiente, mezclada con un miedo visceral.

¿Qué quería Taehyung ahora? ¿Hacerle dudar de Jimin? ¿Destruir la felicidad que habían construido con tanto esfuerzo?

Con manos temblorosas, conectó el USB a su computador. Un solo archivo de video apareció en la pantalla, sin título, solo un ícono genérico que parecía burlarse de él. Hizo clic para reproducirlo, conteniendo la respiración, pero un mensaje de error apareció, "Archivo dañado. No se puede reproducir". Intentó varias veces, cada fallo alimentando su frustración y paranoia. ¿Qué contenía ese video? ¿Era otra de las trampas de Taehyung para manipularlo? La incertidumbre lo consumía, pero antes de que pudiera seguir investigando, la puerta del consultorio se abrió de golpe.

Hoseok entró, su rostro pálido como si hubiera visto un fantasma. En sus manos llevaba una carpeta amarilla repleta de documentos, sus ojos brillando con una urgencia que Yoongi apenas registró, aún atrapado en la furia que el USB había despertado. Guardó el USB y la nota en el bolsillo de su bata, forzando una calma que no sentía.

-Hobi, qué gusto verte -dijo, su voz era tensa, intentando disimular el torbellino en su mente- ¿En qué te puedo ayudar? ¿Quieres cenar con nosotros mañana? Hoy llega mi madre a Busan, estoy seguro de que le encantará verte.

Hoseok ignoró la invitación, su mirada fija en la carpeta.

-Me encantaría ver a la señora Min, pero no es el momento. Necesito que leas esto. -Le extendió la carpeta, su tono firme, casi suplicante.

Yoongi arqueó una ceja, tomando la carpeta con desgana y dejándola sobre el escritorio.

-¿Uno de tus casos? Sabes que no es mi área, Hobi. Soy cardiólogo.

-Es importante, Yoongi. Por favor, léelo. No tomará más de cinco minutos. Es información valiosa. Toda la verdad está ahí -insistió Hoseok, su voz temblando ligeramente.

Yoongi frunció el ceño, irritado por la intensidad de Hoseok. Intentó aligerar el ambiente, recogiendo sus cosas para salir.

-Lo revisaré después. Tengo que ir a la estética antes de que llegue mamá. Vendrá a conocer a Jimin, quiero formalizar las cosas ante ella. -Forzó una sonrisa, pero sus pensamientos estaban en el USB, en Taehyung, en el daño que ese hombre podía causar.

Rockabye | Yoonmin |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora