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iv. me encanta bañarme en agua de retrete.
—JACKSON, NECESITAS ESFORZARTE MÁS —DECLARÓ ASTRID, soltando la muñeca de Percy cuando estuvieron lo suficientemente alejados de la cabaña once.
—¿Qué? —preguntó con los ojos entrecerrados, frotándose la muñeca que ella había agarrado como si le hubiera causado daño.
Astrid rodó los ojos, una vez más en el día, y murmuró: —¿Cómo pudimos pensar que eras el elegido?
Annabeth asintió, mostrando su acuerdo con la pelirroja.
—Pero, ¿qué te pasa? —dijo con enojo.— Lo único que sé es que he matado a un tío toro...
—¡No hables así! —exclamó Annabeth.— ¿Sabes cuántos chicos en este campamento desearían haber tenido la oportunidad que tú tuviste?
—¿De que me mataran?
Astrid contuvo una risa mientras veía a la rubia fruncir el ceño.
—¡De luchar contra el Minotauro! ¿Para qué crees que entrenamos?
Astrid se mantuvo en silencio, concentrando más su atención en la mariposa revoloteando a su alrededor.
—Miren, si realmente enfrentamos al Minotauro, el mismo del mito...
Astrid asintió nuevamente, perdiendo de vista al insecto. —Pues claro que sí.
—Pero solo ha habido uno, ¿verdad?
—Sí.
—Vaya, no eres tonto.
Percy ignoró el último comentario.—Y murió hace mucho tiempo, ¿verdad? Fue Teseo quien lo mató en el laberinto. Entonces...
Astrid hizo una pequeña mueca de desacuerdo.—Los monstruos no mueren. ¿Los puedes matar? Por supuesto, pero no mueren. No somos tan afortunados...
—Vaya, gracias. Eso lo aclara todo.
La pelirroja se cruzó de brazos con irritación, perdiendo la poca paciencia que le quedaba.—Si tan solo me dejaras terminar. Los monstruos no tienen alma como tú, Annabeth o yo. Puedes deshacerte de ellos por un tiempo, tal vez toda una vida, si la suerte está de tu lado. Pero son fuerzas primordiales. Quirón los llama "arquetipos". Siempre vuelven a reconstruirse al final. Nadie los mantiene atados al Tártaro, al menos no por más de unos cuantos siglos.
—¿Quieres decir que si mataste a uno, accidentalmente, con una espada...?
Annabeth asintió.—Esa Fur... digo, tu profesora de matemáticas. Bien, ella sigue ahí afuera. Lo único que has logrado es enojarla mucho.
—¿Cómo sabes de la señora Dodds?
Astrid se adelantó para responder.—Hablas mucho en sueños. La mayoría de las veces son cosas sin sentido, pero sé prestar atención a lo que parece importante.
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DANDELIONS, percy jackson
Fanfiction✧˚ · . Astrid estaba ahogándose poco a poco en un mar de autodestrucción, por lo cual fue una gran ironía del destino que sería el hijo del Dios del Mar quien la salvará. Y también que Astrid le tuviera miedo al mar. percy jackson fanfiction percy...