✧˚ · . Astrid estaba ahogándose poco a poco en un mar de autodestrucción, por lo cual fue una gran ironía del destino que sería el hijo del Dios del Mar quien la salvará.
Y también que Astrid le tuviera miedo al mar.
percy jackson fanfiction
percy...
xx. armo el mejor castillo de arena de todos los tiempos. toma eso wilfred stijger.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
LA IDEA FUE DE ANNABETH Y ASTRID.
Ellas los metieron en la parte trasera de un taxi de Las Vegas como si realmente tuvieran dinero, y Annabeth le dijo.
—Los Ángeles, por favor.
El taxista mordió el puro y los miro.—Son trescientas millas, para eso tienen que pagar por adelantado.
Astrid soltó un suspiro de cansancio y sacó de su bolsa la tarjeta verde del casino.
—¿Aceptas tarjetas de débito de los casinos?
Él se encogió de hombros.—Algunas de ellas. Igual que las tarjetas de crédito. Tengo que verificarlas primero.
Astrid le entregó su tarjeta de Lotus Cash.
Él la miró con escepticismo.
—Verifícala.—lo animó Astrid.
Él lo hizo.
Su máquina de medidor comenzó a hacer ruidos. Las luces brillaban. Por último, un signo de infinito se acercó junto al signo de dólar.
El cigarro se le cayó de la boca al conductor. Volvió su mirada hacia ellos con los ojos muy abiertos.
—¿A qué parte de Los Ángeles... esto, altezas?
—Al muelle de Santa Mónica.—Annabeth se sentó un poco más recta. Astrid trató de copiar su postura pero se cansó casi de inmediato y volvió a su posición original.—Llévanos ahí rápido, y puedes quedarte con el cambio.
Tal vez ella no debió de haber dicho eso. El indicador de velocidad de cabina no cayó por debajo de noventa y cinco en todo el camino por el desierto de Mojave. Astrid se estaba divirtiendo como nunca, si el taxi tuviera una ventana en la parte superior podría sacar la mitad de su cuerpo y pasearlo por todo el camino, casi como si estuviera volando.
En el camino, tuvieron mucho tiempo para hablar. Percy les dijo a Astrid, Annabeth y Grover sobre su último sueño, pero los detalles se volvían más difusos cada vez que trataba de recordar. Como a todos, el Casino Loto parecía haber hecho un corto circuito en su memoria. No podía recordar cómo sonaba la voz del criado invisible, aunque él estaba bastante seguro que era de alguien que ya conocía. El sirviente había llamado al monstruo del pozo algo más que "mi señor..." un nombre o un título especial.
—¿El Silencioso?—Annabeth sugirió.—¿El Rico? Ambos son apodos para Hades.
—A lo mejor—respondió Percy.
—Eso suena como la sala del Trono de Hades.—dijo Grover.—Esa es la forma en la que suele describirse.
Percy sacudió la cabeza.—Algo anda mal. El salón del trono no era la parte principal del sueño. Y esa voz de la fosa... No sé. Simplemente no se oía como la voz de un Dios.
