Min vs Min╏YoonSeok╏

Capítulo 15: De compras (Part. 2)

—¿Vas a comprar algo más?— preguntó el rubio al ver a Hoseok detenerse en un amplio pasillo lleno de muñecas.

—Tal vez— respondió pensativo.

—¿Le gustan estás a Yuna?— Yoongi veía la cantidad y tipos de muñecas que habían en ese lugar y pensó que tal vez a la niña le gustaban mucho.

—Oh, no—dijo Hoseok sonriendo ampliamente —ella detesta las muñecas, aunque más bien se trata de una fobia muy leve.

—¿Entonces?

—Pensaba hacerle una pequeña broma, por todas las travesuras que me ha hecho también, pero siento que sería demasiado, ya va a ser mucho tormento presentártela, así que no creo que sea la mejor idea.

—¿Espera qué?

—Sí, ¿quisieras estar en la fiesta de Yuna? Ella insistió tanto a pesar de que le advertí que eres insoportable.

—me presentarías a tu familia, Hobi— dijo Yoongi mirando sorprendido al omega.

Hoseok reflexionó en la situación y rubor cubrió sus mejillas al darse cuenta de que hacer eso sería algo relativamente importante —Supongo que sí ¿Qué dices?

—¡CLARO QUE SÍ!— gritó emocionado el alfa, ganándose una mirada desaprobatoria de los adultos que estaban cerca.

Después de que les llamaran la atención en el establecimiento por hacer un escándalo, por las risas y también por los gritos, se limitaron a ir a pagar por los productos e irse bajo aviso. Por supuesto, salieron carcajéandose del lugar.

—Gracias por venir conmigo— dijo Hoseok una vez que salieron de la tienda.

—No es nada, no salimos juntos desde la vez que lleve a casa para despedirte de Yuna— Yoongi caminaba junto a Hoseok cargando con una mano las bolsa de compras, mientras que su otro brazo y el del omega estaban entrelazados.

—Cierto, ella aún te recuerda de esa vez, por eso insistió tanto en invitarte— dijo el omega recordando que su hermana no dejó de mencionarlo después de verlo por primera vez.

—¿Ah, si?

—Sí, dijo que aunque te vio de lejos cree que eres muy guapo.

—Bueno, no la culpo, debo de admitir que Yuna tiene un muy buen gusto— Yoongi levantó los hombros y le guiño el ojo al omega.

—Oh, por dios— rio Hoseok volteando los ojos.

—¿Y tú?