Capítulo 25: Luz

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Los dos omegas decidieron no intervenir en la pelea de los gemelos así que se mantuvieron en ese salón hasta que la lluvia se hubo disipado. En ese tiempo, Jungkook se encargó de explicarle a Hoseok todo lo que entendía de la situación.

No resulta nada raro que al final de la conversación el pelirrojo se haya sentido realmente mal por muchas razones, por no darle la oportunidad a Yoongi de explicarle antes, mal porque aún cuando supo lo que había pasado no le quiso creer y aún peor, por haberse dejado manipular por Min Yoonji.

¿En qué momento se metió en todo ese embrollo? ¿Habría cambiado algo si desde el principio Hoseok hubiese sido claro con sus sentimientos? Tal vez.

Caminaban con pasos muy lentos en dirección a la salida, era extraño que no se hayan topado con algún maestro o alumno que se quedó hasta tarde en todo su trayecto, pero al parecer decidieron ignorar ese hecho. Lo que ocupaba todo el espacio dentro de sus mentes era la última escena que presenciaron; Yoonji corriendo sin querer dar explicaciones, y detrás de ella, Jin y Yoongi.

Una vez estando afuera, se sorprendieron al ver al alfa y al castaño sentados en el suelo y con la espalda recargada en la gruesa pared que funcionaba como límite de la universidad.

—Yoon— llamó Hoseok en voz muy baja pero no era necesario que lo repitiera, Yoongi lo escuchó con claridad y al voltear a ver de quién se trataba se paró rápidamente e intentó arreglar un poco su aspecto desaliñado, aunque resultaba imposible; su ropa se encontraba completamente mojada y se podía notar que sus ojos estaban ligeramente hinchados.

—Hobi— le dijo el alfa sin saber muy bien lo que debería de hacer, ya no sabía cómo actuar ni lo que debería de decir.

Al parecer JungKook y Jin se volvieron invisibles para ellos porque no prestaron atención a los omegas más, ya no existían para ellos, o por lo menos no por el momento.

—Y-yo quería discúlparme— se apresuró a decir Hoseok antes de que la valentía se le esfumara del sistema, como pasaba siempre —te pido perdón por no querer escucharte antes... Fue estúpido de mi parte, pero me sentía muy mal por lo que pasó— su voz se comenzó a quebrar sin darse cuenta —Y también por no creerte cuando me lo explicaste... Yo me porté como un tonto— una pequeña lágrima escapó de sus ojos

—Pero, ¿qué estás diciendo?— el alfa se notaba desconcertado —No tienes que disculparte, entiendo que te sentiste herido — por primera vez en mucho tiempo Yoongi se acercó a Hoseok y este no se alejó de él.

—Pero... no te culparía si ya no quieres saber de mí— Yoongi le dijo que lo entendía, pero el omega todavía de sentía como una basura.

—No vuelvas a mencionar eso Hoseokie, jamás me alejaría de ti por algo como esto, ni siquiera pude hacerlo cuando tú me lo pediste a gritos, simplemente no quiero— colocó con suavidad las palmas de sus manos en las tibias mejillas del pelirrojo, hacían un contraste notable con sus manos frías, pero no importaba.

—¿T-tú... todavía me quieres?— la pregunta salió de sus labios cargada de duda.

El cuestionamiento tomó por sorpresa al rubio pero no pensó más de dos segundos antes de responder con sinceridad —Jamás dejé de hacerlo, todo el tiempo que pasé sin poder tocarte o si quiera hablar contigo fue sumamente doloroso, pero me ayudó a reafirmar lo que ya sabía... estoy locamente enamorado de ti.

La expresión afligida de Hoseok cambió radicalmente al tiempo que escuchaba cada dulce palabra salir de los labios de Yoongi, sonrió aliviado, genuinamente feliz y dichoso, tanto que por fin se atrevió a decir lo que no pudo por tanto tiempo —Yo también te quiero, te quiero mucho, Yoongi— las mejillas de Hoseok se pintaron de un suave color rosa y se sintieron más calientitas bajo las manos del alfa.

Silencio.

Pero en esta ocasión fue un silencio hermoso

Ambos estaban tan cerca, sus rostros apenas de separaban por unos centímetros y así estaba bien, dedicaron largos segundos a observarse mutuamente a detalle.

—Eres tan bonito, Hobi— susurró Yoongi, como si no quisiera perturbar la burbuja de tranquilidad en la que estaban sumergidos juntos.

—Yoongi, yo quisiera disculparme por algo más... por no decirte antes lo que siento por ti, te hice dudar y sufrir, sé que me tomé mucho tiempo para hacerlo y pude a ver evitado todo esto si hubiera sido más claro con lo qué sentía— bajó la mirada ya que se sintió apenado de nuevo.

—No te disculpes, sé que mi hermana no te puso las cosas fáciles, Hoseokie...—eso pareció tranquilizar un poco al omega.

¿Habría alguna vez un alfa más comprensivo que Yoongi? Pensó Hoseok.

Una de las manos del rubio abandonó con mucho esfuerzo la mejilla de Hoseok y la uso para levantar su mentón y que pudiera verlo a los ojos de nuevo —Hobi... no sé si sea muy atrevido de mi parte considerado todo lo que pasó... pero me preguntaba si...¿Me darías otra oportunidad para intentar ganarme tu corazón?— preguntó tímidamente, tal vez era apresurado, pero el alfa estaba feliz y muy ansioso.

—Ya lo tienes— le murmuró mientras le dedicaba una enorme sonrisa, los ojos del omega parecían brillar en esa tarde nublada, hacían parecer que el día era soleado y cálido, como si no acabara de llover y mejor aún, como si los sucesos más recientes no fueran más que un mal sueño, se veían difusos y lejanos, totalmente opacados por la luz que irradiaba el omega, porque eso era para Yoongi desde el momento que lo vio por primera vez, luz.

Yoongi había aguantado muy bien. Todo ese tiempo, esperó pacientemente durante semanas, añorando besar los labios de Hoseok, dedicó muchas horas a imaginar el sabor que tendrían, su textura y la forma en la que sucederían las cosas, pero su imaginación no le hizo justicia al sublime momento en el que se acercó poco a poco al pelirrojo, después, un suave contacto, pero eso fue más que suficiente para desencadenar una enorme explosión de juegos pirotécnicos en el corazón de los dos.

Los manos de Yoongi abandonaron su posición e instintivamente, rodearon la pequeña cintura de Hoseok, por su parte el omega rodeó el cuello del rubio con sus brazos, con un repentino miedo de perder el contacto que tenían, olvidando también que la ropa de Yoongi estaba totalmente mojada y si se aferraba a él terminaría igual.

Un roce de labios que se extendió por un momento, se separaban por una fracción de segundos solo para volver a juntar sus bocas en un beso inocente y rebosante de cariño, la sensación era tal, que sin darse cuenta tenían los ojos cerrados, totalmente sumergidos e hipnotizados.

De nuevo, no notaron que Jin y Jungkook empezaron dar suaves pasos hacia atrás, tratando con todas sus fuerzas de pasar desapercibidos y desaparecer, no se tuvieron que esforzar demaciado, incluso si hubiese ocurrido un aparatoso accidente a unos metros de la pareja ellos jamás se darían cuenta.

El aire empezó a ser necesario los dos y penosamente se tuvieron que separar del beso, sin embargo las manos de Yoongi jamás dejaron de rodear con tanta delicadeza a Hoseok —Tu aroma se volvió más dulce— no lo pudo evitar y pasó su nariz por el cuello del omega, embriagándose de su intenso aroma y estremeciendo al muchacho en el proceso.

—Alfa.

—Mmh— solo hizo un pequeño sonido, dándole a entender a Hoseok que tenía toda su atención.

—Por favor, bésame— le pidió en voz baja.

No hubo una respuesta verbal, el rubio sin demora volvió a su nuevo lugar favorito, los labios de Hoseok, y le dió muchos besos, cortos y rápidos, pero siempre con cariño. Con todo el cariño que siempre le quiso expresar a su omega y que ahora tenía la oportunidad.

Min vs Min╏YoonSeok╏Donde viven las historias. Descúbrelo ahora