¿Militar Yo? | Volkacio

06

05:00 a.m.

-¿Estará muerto?- hablo Lamar

-Eres tonto, no puede estar muerto, ¿o si?- respondió Freddy

-No debería, pero creo que lo esta- esta vez fue Yun. 

-Ponedle el dedo en la nariz a ver si respira- indicó el de rastas rubias

-¿Por qué coño estaría muerto banda de inútiles- 

Los tres se sobresaltaron a ver a su General, Jack Conway. 

Gustabo y Horacio solo rieron a ver como habían pegado un brinco, a veces dudaban sobre si en realidad esa era parte del mejor equipo que había en la unidad. 

El moreno tomó la botella de agua que tenía en sus manos y paso entre todo los que estaban ahí. Al llegar se dio cuenta que en realidad parecía que su objetivo estaba muerto, no roncaba pero tampoco veían que su pecho subiera y bajara como lo habia visto con sus compañeros. Como un cuerpo tan pequeño podría dormir así y además en esa posición incomoda. 

Se encontraba boca abajo con los brazos a sus lados y la cabeza sobre una almohada mirando hacia la puerta, ninguno en la habitación sabia si le dolería el cuello después. 

Regó un poco de liquido en una de sus mejillas, no demasiado como para ahogarlo, acto seguido se agacho a la altura de la cama, viendo como Viktor abría de poco en poco los ojos. El mencionado se quedo ahí un rato, viendo a Horacio. 

-¿Me podrías decir que fue lo que dije ayer cuando te traje?- cuestiono 

-hmm- soltó el menor con fastidio

-Pregunte algo nena- 

Al parecer al ruso no le importaba una mierda que era lo que le dijeran, y solo se giro para seguir durmiendo, fue ahí cuando el de cabello rojizo tiro todo el contenido de la botella sobre su rostro; esta vez si sirvió, puesto que hasta se levantó de la cama chocando así con Lamar quien lo tomo de los brazos y le dijo que se calmara, entendía su reacción. 

Cuando estuvo calmado se quedo viendo de muy mala gana a todos. 

-Hasta que te despiertas, pensábamos que te habías muerto, pero claro que no nos harías ese gran favor- expreso el rubio. 

Nadie habló, por unos minutos el bello silencio reino en aquella habitación. 

-Bien nena, soy el General Conway; amigo y compañero de tus padres. Estas aquí por el estúpido comportamiento que tienes, tus padres por fin se cansaron de ti y te enviaron aquí, a estar bajo mi mando. Tienes padres muy buenos en su trabajo y estoy seguro de que muy, muy pero muy en el fondo eres igual de bueno que ellos, así que mas te vale ser igual de buen militar que ellos, porque si no te veras en un problema muy grande conmigo- se acomodo las gafas- te espero en mi despacho- 

Dicho eso los demás salieron, dejando a Horacio de nuevo con el. 

-Arréglate que iras con el, pórtate bien y por ahora te salvaste de la golpiza que iba a ser otorgada por este bello ser- paso sus manos por el cuerpo, y después salió. 

El ruso no entendía nada de lo que estaba sucediendo, tenía muchas preguntas y claro que quería que fueran respondidas, así que se apuro para ir al dichoso despacho. 

Tampoco sabia a que se refería cuando se decían que se arreglara, así que solo se lavo la cara con una botella de agua que habia ahí y se peino un poco con sus pequeñas manos. 

Al salir de aquel cuarto por fin se dio cuenta en donde estaba, estaba todo alistado para un entrenamiento fuerte, se habia sorprendido porque aun no habia nadie entrenando, pero tampoco sabia sus horarios. Sabia que era un campo de entretenimiento puesto que su padre varias veces le habia llevaba a uno con su compañía.  Se encontró con Lamar, no sabia su nombre pero le reconocía por que era quien le habia ayudado unos minutos antes. 

-H.. hola, disculpa; pero quería saber en donde estaba el despacho del General- cuestiono 

-Si, tienes que caminar en esa dirección- apunto al frente- vas a toparte con un edificio algo grande, subes al elevador y vas al piso cinco, es el ultimo, a mano derecha estará su despacho, no hay fallo- habló

-Vale, gracias..- alargo un poco para esperar el nombre de quien lo habia ayudado.

-Lamar, así me llamo Viktor- 

Joder, todo el puto nombre se sabia su nombre, que les pasaba, mucho acosador hoy en día. Pensó. 

Asintió y con eso dio las gracias para después caminar en la dirección que le habían dicho. No tardo mucho puesto que camino lo mas rápido que podía, quería correr pero hubiera sido penoso que lo vieran. 

Caminando por el pasillo se topo de frente con Gustabo, quien siguió de largo y no le presto atención. 

Al llegar al final del pasillo se dio cuenta de la gran puerta que tenia un cartel en ella 'General', sonrió al ver que ese era su destino. Tocó la puerta ya que en la pequeña isla que el tomaba como recepción no habia nadie. 

-Adelante- se escuchó

Sabia de quien era esa voz y no dudo en pasar, se lo encontró ahí, al General Conway quien le indico que se sentase.  

-Y bien- hablo el mayor

-Señor, no se que hago aquí, ustedes conoce a mi padre, debería llamarle y decirle que estoy aquí para que venga por mi- suspiro 

-¿De verdad tan malo eres?- se quitó las gafas- no te expresas como el chico malo que dices ser, que hay, porque aquí no eres como con tus padres-

A decir verdad, el mismo no tenia respuesta a esa pregunta, tal vez tenia miedo. 

-Tu padre te ha mandado aquí, como dije, se canso de ti y tus mierdas. Y como no quieres estudiar ninguna carrera para tu futuro el eligió por ti; serás militar Viktor Volkov y justo hoy comienzas como Cadete- sonrió 

-Y una mierda, no le jode anciano- se paró

-Anciana tu puta madre ficticia, tu madre real es respetable pequeñito hijo de perra. No fue pregunta, no es si quieras o no, serás parte del cuerpo militar porque así esta decidido, además debes tener algo bueno heredado de tus padres y a mi gran equipo le falta uno, y ese puedes ser tu, no me decepciones como a tus padres- 

-Bien ya estoy hasta la polla, ¿Dónde están las cámaras? Sal de ahí papá ya aprendí la lección, no volveré a salir nunca mas y estudiare- al ver que no pasaba anda hablo de nuevo- ¡Joder que ya entendí me cargo en la puta!

Conway comenzó a reír, estaba claro que eso iba en serio y que no era ninguna broma. 

-No es ninguna broma, ¿verdad?- cubrió su cabeza con sus palmas de las manos. 

-Claro que no, son las consecuencias de tus actos. No saldrás de aquí hasta que seas parte del equipo, solo así podrás conseguir tus días para ver a tu familia, no hagas estupideces, por favor- 

Estaba resignado, ya no podría hacer nada, se quedaría ahí en contra de su voluntad y nadie iría a sacarle de ahí. Tendría que adaptarse, estaba triste. Si tan solo hubiera cambiado la primera vez que su padre le castigo no estaría en esa posición, todo lo que se hubiera ahorrado, estaba decepcionándose a si mismo. 

-Aquí están tus trajes, son uno por día de la semana, así que tienes que lavar para la siguiente semana. La comida te la ganas con el trabajo y entrenamiento que hagas, pero hoy lo tienes libre, alguno de mi equipo te mostrará el lugar y te dará de comer. Mañana empiezas de lleno y sin chistar- el mayor interrumpió sus pensamientos 

Viktor tomo la montaña de trajes y se fue por el mismo lugar done habia entrado, salió de ahí con rumbo a su habitación en donde había pasado la noche. 

Por cierto, muchísimas gracias a las dos personitas que votaron por los capítulos; les tqm<3
y claro, gracias también a las que se toman el tiempo de leer.