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El menor estaba tirado en el césped, hacía escasos minutos habían terminado de dar todas las vueltas.
Se encontraba empapado en sudor y de mucha suerte no le había dado un golpe de calor.

-¿Estas cansadito?- se escuchó detrás de él

Al girarse se dio cuenta de que todos estaban ya en una fila, recuperados colo si nada les pasase.
Estaba cansado de que siempre le sorprendieran haciendo nada, le tomaban por sorpresa y lo dejaban mal frente a los demás.

-Para nada señor- respondió levantándose lo más rápido que podía para después unirse a la fila, quedando nuevamente hasta lo último.

Jack sintió y siguió viendo a los demás.

-Bien nenas, como sabrán están a cargo del mejor equipo de élite que tenemos en la base, así que espero que al terminar el mes sean mejor que la puta mierda que acaban de hacer- soltó

Todas las caras ahí demostraron decepción, incluso para quienes llevaban rato en la base, cada día se esforzaban pero mantener feliz al General era algo imposible.
Por otro lado a Viktor no le importaba mucho, sabía que el no estaba hecho para ese tipo de entrenamiento así que su persona no se veía afectada por esas palabras.

-Harán parejas para realizar el circuito, son diez repeticiones, cinco y cinco, mis cojones están católicos el día de hoy- sonrió el General- si alguien de la pareja se para se reinician las repeticiones, no los quiero oír llorar nenas-

El ruso se había quedado en su lugar, no conocía a nadie como para acercarse y pedirle que fuera su pareja.

Su rostro se iluminó cuando vió que Greco iba hacía el, tal vez lo consideraba ya un amigo y le ponía feliz.

-Nos ha tocado chaval, espero no nos jodas, confío en tí- dijo estrechando su mano con el peli gris

-Daré lo mejor para la pareja- sonrió

Y así fué, en ningún momento paró y completo sus respectivas cinco vueltas al circuito. Se trataba de correr hasta un punto de barro y pasar por debajo de las mallas, después tenía que escalar un muro, no tan alto para los demás, sin embargo, Viktor era de baja estatura; le había costado un poco pero después domino perfectamente su cuerpo para poder subir más rápido que los demás.

Era corto pero pesado y dar cinco vueltas con el uniforme pesado del barro cansaba.

A lo lejos, Horacio observaba como el ruso celebraba con su compañero, se había esforzado y él se había dado cuenta, al final no era tan inútil como pensaba. No comprendía cuanto tiempo iba a durar ahí siento tan delgado y tan bajo.

-Que miras eh- le codeó Gustabo

-Nada, lo ha logrado la nena, al final les gana a todos eh-

-No me jodas, no pongas tus ojos en él, no puedes. Es trabajo directo del General, sabes que te mataría- advirtió

-¿Y tú como coño sabes que iré a por él? Cállate, no intentaré nada con él- resopló

Y el moreno no mentía, no buscaba nada con nadie, o por lo menos por ahora.

¿Militar Yo? | VolkacioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora