¿Militar Yo? | Volkacio

39

Eran las dos de la tarde en aquella base y el quipo de Viktor se encontraba a un lado de su cama tratando de despertarle. 

-Esta muerto, podemos demandar - dijo Segis 

-No esta muerto, mira - apuntó hacia el pecho del ruso -  aún respira - 

Jacob movía un poco al ruso, tenían muy poco tratando de levantarle pero al parecer tenía el sueño algo pesado. 

-Atrás, le voy a gritar - dijo Jesús 

Se acercó hasta el oído del ruso y grito como si de una película de terror se tratase. 

Viktor se sentó en su cama y le planto un golpe con la mano abierta al dueño de aquel grito. 

-¿Estas operado del cerebro? - pregunto tranquilo 

Los demás pensaron que les iba a gritar y a pegar hasta que se cansara pero no fue así, se le veía muy tranquilo, pensaban que de seguro seguía medio dormido, al final era ganancia para ellos; no iban a tener al ruso corriendo detrás de ellos para pegarles. 

-Pues no estaba muerto chavales, a trabajar - soltó el gallego 

Solo se limitaron a soltar una risita, pues no querían que el medio dormido se pusiera a pelear. 

-Oye tú, que ya son las dos y necesitamos comer y hacer cosas, dijiste que ibas a presentar tu escrito por la mañana pero ya es muy tarde dudo que este el General Conway - hablo Greco 

Y eso basto para que el ruso se levantara como si de flash mismo se tratara. Corrió a los baños y se ducho lo más rápido que pudo, no sabía si quiera si Conway se encontraba en la base, no sabía nada pero sin duda quería verle y hablar sobre que o quería estar en ese quipo. 

Media hora después, Viktor se encontraba listo y en camino hacía el edificio en donde se supone que debería estar su General. 

En cuanto estaba a punto de llegar a la puerta del mismo, Horacio se apareció; impidiéndole pasar. 

-Muy buenas, veo que te has levantado, ¿Cómo va todo? - preguntó como si de una charla normal se tratase 

Sin embargo el ruso no estaba para hablar, se le había hecho tarde y no sabía si lo iban a poder atender para levantar el escrito a los altos rangos. 

-Hola muy bien Mayor, ¿puedo servirle en algo? - trato de frenar la conversación pero eso no le iba a funcionar con el crestas 

-De hecho si, Freddy me pidió que le dijera a uno de ustedes que hoy va a haber dos entrenamientos ya que tenemos que salir mañana por la mañana, así que hoy toca doble. A las cuatro y después a las doce de la noche, para que le digas a los demás - explico 

Viktor solo asintió sin decir nada, pensó que al dar su mensaje Horacio se iba a ir y se iba a apartar de su camino, pero no fue así. 

¿Vas dentro? - preguntó curioso 

-Si, voy a buscar al general para hablar sobre mi lugar en el equipo - sonrió tratando de disimular su desespero por pasar. 

Horacio sabía que el ruso estaba desesperado por pasar, no era una casualidad  que se lo topara justo en la puerta del edificio donde estaba su padre, solo tenía que esperar unos minutos para que Conway saliera de ese edificio yéndose de viaje por unos días. 

-Sabes, creo que no esta. Me parece que se ha ido por la mañana mientras que ustedes dormían, escuché un helicóptero y supongo que era él - alzó los hombros y arrugo un poco la nariz 

Esa era una característica del crestas, arrugaba la nariz cada que mentía sobre cosas un tanto importantes, trataba de no hacerlo pero a veces lo hacía inconscientemente. 

Claro, no tenía porque ocultarlo con el ruso ya que no lo conocía tanto como para que supiera que le mentía. 

-Joder, me he levantado demasiado tarde, muchas gracias por haberme avisado -sonrió 

Viktor se dio la vuelta  y comenzó a caminar de nuevo hacía sus dormitorio, donde les iba a dar la notica a sus amigos. 

A mitad de su camino escucho la voz de  Horacio saludar a alguien y volteo. 

Al voltear se dio cuenta que quien se encontraba ahí parado despidiéndose de él era de nada más y nada menos que su general Conway.

Horacio le había mentido en la cara de una manera inimaginable, su indignación fue tanta que camino de nuevo hasta ellos. 

-Buenas general, quisiera hablar de usted sobre algo del equipo en el que estoy - sonrió de manera forzada mirando a Horacio de reojo

-Muy buenas cadete, quisiera atender sus problemas pero  justo voy de salida a algo importante - y dicho eso lo aparto de su camino y se dirigió al helipuerto en donde le esperaba a Armando para salir a su destino