¿Militar Yo? | Volkacio

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Los dos estaban en silencio, no era uno incómodo, para nada, los dos lo estaban disfrutando pero no solo querían estar así, los dos sentían intriga uno por el otro. 

-¿Te gusta estar aquí? - preguntó Viktor 

Horacio se tomo unos segundos para  responder. 

-Si, me gusta mucho el ejército, todo lo que conlleva me pone de un buen animo, mientras no tenga perdidas todo esta bien - sonrió 

-¿Has perdido amigos? - volvió a cuestionar 

Al ver que el contrario se demoraba en darle una respuesta hablo de nuevo. 

-Si no quieres contestar esa pregunta no pasa nada, siguiente - dijo 

-No, es que aún no he perdido a nadie, a ningún compañero u amigo, y no se como vaya a reaccionar cunado pierda a uno de mi equipo - dijo serio 

Y era verdad, la única perdida que había tenido en su vida era la de su madre, y no hablaba mucho sobre eso. 

-Y a ti, ¿te gusta estar aquí? - preguntó curioso el crestas

-No me gusta mucho, estoy aquí por mi padre; supongo que lo sabes, me trajiste aquí de la manera más amable posible - dijo con cierto tono sarcástico

-Te pido una disculpa, era trabajo y en hora de trabajo no importa lo lindo que seas - soltó 

Eso hizo que el ruso se sonrojara un poco. 

-No pasa nada, era trabajo así que eso, ni caso - murmuro 

-¿Te gustan los animales? - 

Horacio quería saber todo lo posible de aquel ruso, estaba atento a todo lo que hacía y lo que decía, estaba perdido. 

-Si, me gustan mucho las mariposas, los perros, los gatos y varios más, pero esos tres creo que son mis favoritos - explicó 

El contrario se sorprendió al ver que las mariposas le gustaban tanto como a él. 

-Las mariposas también son mis favoritas, también los hurones se me hacen muy lindos - comentó 

-Jamás pensé que te gustasen esos animales, para el puesto que tienes y el equipo de elite que manejas es un poco tierno - 

-¿Crees que por ser parte del ejercito no me pueden gustar ciertas cosas? - alzó una ceja en busca de respuesta 

-Supongo, tengo una mala imagen de ustedes los soldados, pensé que les gustaban las cosas rudas que destruyeran o algo así - se excuso 

-Estas muy mal, a la mayoría nos pueden con perritos y gatitos, los estereotipos que hay sobre nosotros están muy mal- rio 

No le molestaba para nada que pensaran así de ellos, le gustaba sorprender a las personas y que vieran que no era como pensaban, era parte de él ser diferente. 

Viktor se sentía un poco apenado por haber dicho ciertas cosas en la conversación, vio otra parte de él y le gustaba que fuera así, con la pequeña conversación no había sacado mucho pero estaba satisfecho por ver que no era todo rudo y mal hablado como en el trabajo. 

Al final había aprendido que se deben separar ciertas cosas del trabajo, algo bueno había sacado de aquella charla. 

Se habían quedado otro rato pero no hablaron de nada relevante, solo de temas que tenían en común, pensamientos acerca de la ley y como se ejercía, pequeñas partes de la vida de los dos y cosas normales, nada importantes.