XII. Empezando de cero

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La mañana del lunes empezó de forma muy positiva para Mischa. Se levantó con mucha energía y con ganas de empezar la semana.

Con la ayuda de Hiroko había elaborado una especie de menú, que contenía la lista de platos a preparar durante la semana.
Todos tenían nombres afrancesados y algo rimbombantes. Seguro la señora Plisetsky iba a estar muy contenta.

Por primera vez se puso el uniforme que Madame Koslov había mandado el día sábado por la tarde. Era un traje con un acabado muy fino. Pantalones negros sobrios y de buen corte, camisa blanca, un chaleco de seda con rayas grises y negras y un saco negro con espalda larga. Los zapatos negros impecables y de cuero bien trabajados, los había encontrado sobre su cama el domingo al regresar. Tenía además dos repuestos iguales de aquellas prendas. No podía quejarse. La familia Plisetsky vestía con mucho estilo y dedicación a sus empleados.

Se miró al espejo antes de ir al ala central a encargarse del desayuno y, cuando se estaba acomodando el chaleco sintió que le había llegado un mensaje.

"Mischa, me dio mucho gusto haber podido verte ayer. Espero que tu primera semana en la cocina sea un éxito. 😉 "

Era de Yuuri. Lo releyó con un sentimiento de satisfacción y no pudo evitar sonreír.
Le agradaba saber que Yuuri pensaba en lo difícil que sería su semana y que le deseaba buena suerte.

Feliz por aquel mensaje, se fue a empezar una nueva labor en el castillo.

El lunes, Yuuri Katsuki se había despertado pensando en la conversación que había tenido el día anterior con su hermana Mari, en quien confiaba ciegamente

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El lunes, Yuuri Katsuki se había despertado pensando en la conversación que había tenido el día anterior con su hermana Mari, en quien confiaba ciegamente.

Mari conocía todo de él y sólo quería que fuera feliz. Por eso habían hablado con tanta seriedad sobre un adorable desconocido que había sido bautizado por la familia de Yuuri como Mischa.

Mischa había aparecido en la vida de la familia Katsuki como por milagro y muy rápido se había ganado el cariño y afecto de todos. Sobre todo del menor del clan Katsuki, pero las cosas no eran tan fáciles como parecían.
Temiendo enamorarse de un chico que no le podría corresponder, Yuuri había decidido tomar distancia de Mischa, pensando que era lo mejor para su ya lastimado corazón.

Sin embargo, Mari le había hecho entender que no había nada de malo en perseguir una amistad, siempre y cuando sólo fuera la amistad la que estaba siendo buscada.

Sabiendo eso había decidido retomar contacto con él más seguido pero de forma mucho más ligera.
Sólo en plan de amigos.

Para empezar con esa renovada "amistad", le había mandado a Mischa un mensaje al celular, deseándole una linda semana. Había sido un mensaje corto pero que buscaba mostrarle que le importaba su vida en el castillo.

Lo que lo sorprendió, sin embargo, es recibir respuesta 15 Minutos después.

"Yuuri, yo también me alegré al verte ayer. Espero que esta semana te vaya muy bien y espero que en algún momento pases por el castillo para poder saludarte 😊😊👋"

Abogado de CocinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora