Impulsos 💋

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Se disponía a descansar, nuevamente el ajetreo de la oficina había terminado por causarle un dolor de cabeza más que molesto.

La noche estaba tranquila, la brisa aullaba helada en las calles ya dormidas de la aldea. Un Yucata de seda le cubría el cuerpo, sus largos mechones dorados caían sin cuidado sobre sus hombros.

Un crujido la hizo girar hacia la ventana. Y allí estaba él.

Recostado en el borde del ventanal, con su larga melena azabache suelta y meneándose con la brisa fresca. Una sonrisa tranquila le atravesaba el rostro.

-¿Que pretendes viniendo a mi casa a esta hora? -Cuestionó apretando bien el nudo del Yucata

-No lo diré -Afirmó, entrando a la habitación- Sonaré como Jiraiya

La Godaime sintió el cuerpo vibrar cuando aquel pálido hombre la recorrió con la mirada sin mostrar pudor alguno.

-¿Que pasa contigo? -Exclamó alzando una ceja- Nunca te he visto actuar asi-

Orochimaru sonrió.

-Quizás porque nunca me has prestado suficiente atención  -Respondió con una serenidad casi escandalosa

La kunoichi giró el rostro hacia otro lado y se cubrió el pecho con los brazos.

-Vamos, Tsunade -Bufó restándole importancia- No vas a esconderme nada que no halla notado antes -

Aquella afirmación la hizo enrojecer. Frunció el ceño acercándose y gruñó alzándolo por el cuello de la camisa.

-Si eres Jiraiya más te vale que dejes tus juegos antes que destruya cada fragmento de hueso que hay en tu cuerpo -Amenazó tajantemente

Logró divisar una media sonrisa en los labios de Orochimaru, un brillo perverso se dibujó en sus ojos justo antes de  asercarla por la cintura para darle un beso. Soltó un quejido al sentir la intrusiva lengua dentro de su boca, mientras la serpiente disfrutaba la calidez.

El tiempo pareció detenerse durante cinco segundos antes de que Tsunade se apartase con más rudeza de la necesaria y retrocediera un par de pasos, mirando a Orochimaru con el rostro encendido en carmin. El hombre le mantuvo la mirada al momento en que se relamió los labios.

La rubia sintió las piernas temblarle.

-¿Qué...? -Balbuceó Tsunade, palpandose los labios- ¿Cómo...? ¿Te has...?

-¿En verdad aún crees que soy Jiraiya? -Cuestionó con una sonrisa ladina

Quedó estática un momento, recuperando la compostura casi al instante.

-En definitiva no eres Jiraiya -Aceptó mirando hacia otro lado- Eso solo despierta más mis dudas

-¿Al respecto de que? -Inquirió sin dejar la sonrisa

-¿Cómo que de qué? No entiendo porque estás aquí -Aseguró regresando la mirada- y mucho menos el porqué de ese beso

-Eres lista, pero mis antecedentes no delatan que yo sea muy carnal. Aún así, si me encuentro aquí está noche, haciendo tales cosas, no es más que por instinto. Y el maldito deseo que me provocas, rubia -

Se plantó frente a ella, haciendo notar la diferencia de alturas entre ellos. Verla así de pequeña sólo logró encenderlo aún más.

-Y aún así no has dicho que propones -Masculló la hokage

Sin decir nada envolvió un brazo en su cintura y la apego por completo a él. Dejó escapar un quejido de sorpresa cuándo sintió algo duro que despertaba bajo la ropa del azabache. Su mente se nubló por un instante en el cual percibió un cosquilleo placentero en su vientre bajo.

-Soy la Godaime -Le recordó, dando un paso hacia atras- ¿Qué crees que pensarían todos si me vieran aquí contigo?

El azabache mantuvo su sonrisa de lado al hablar.

-No tienen por qué enterarse -Afirmó dando un paso más serca de ella

-¿Que propones? -Inquirió alzando una ceja

- Que si te he visto no recuerdo -Murmuró Orochumaru- Y sí te desvisto tampoco

La rubia anonadada dejó escapar una sonrisa entre dientes y le paso los brazos por el cuello.

-Suena bastante bien -Afirmo mordiéndose el labio

-Suena bastante bien -Afirmo mordiéndose el labio

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¡Hola!

Soy Kitty y vengo a presentarles está historia llena de drama, amor y comedia, espero que le guste.

No olviden dejar su estrellita 😽

𝕍𝕚𝕤𝕚𝕥𝕒𝕤 𝔼𝕤𝕡𝕠𝕣á𝕕𝕚𝕔𝕒𝕤 - 𝕋𝕤𝕦𝕟𝕒𝕕𝕖 𝕩 𝕆𝕣𝕠𝕔𝕙𝕚𝕞𝕒𝕣𝕦Donde viven las historias. Descúbrelo ahora