Abrió los ojos de golpe y toda su atención se desvió al rostro que reposaba en su hombro, rostro que lo cautivo fácilmente, con su piel limpia de porcelana, el rubor natural en sus mejillas, los labios rosados y entre abiertos, que aún en reposo parecían exigir un beso. La seda blanca de las sábanas tapaba la desnudes de los amantes.
Ninguno parecía tener intención de conversar al respecto. Al menos no con palabras, utilizaban aquel lenguaje que el ser humano aún no logra dominar porque no lo entiende realmente. Suspiros y latidos acelerados.
Orochimaru se levantó procurando no despertar a la rubia, intento fallido, ella se removió y el brillo de sus ojos avellana lo cubrió por completo.
-Como cenicienta debes irte antes del amanecer -Susurro adormilada
-Es una pena... -Acepto posando toda su atención en ella
-¿Volverás? -
-Cuando menos te lo esperes-
-Vale -Aprobó acurrucándose en las sábanas- ahora cállate y déjame dormir -
El pálido sonrió complacido y salto por la ventana.
Los rayos del sol apenas comenzaban a iluminar Konoha.
El despertador sonó, pero estaba demasiado cómoda para moverse. Abrió los ojos con somnolencia, las imágenes de la noche anterior se agolparon en su cabeza de forma abrupta una sobre la otra. Se llevó una mano a la frente intentando descifrar si aquello realmente había pasado.
El desorden en su cama, su propia desnudes y aquel aroma tan particular que ahora inundaba todo confirmaron el hecho, sin duda aquello era mucho más que un sueño. Se había acostado con Orochimaru.
Se pasó una mano por el desordenado cabello rubio, y soltó un suspiro. Era demasiado que procesar. Comenzó a cuestionarse sus acciones y termino por buscar desesperadamente una botella de sake con la mirada, sin embargo, al carecer de tan preciado líquido (Por culpa de Shizune que insistía en que dejara ese vicio) optó por levantarse en dirección al baño.
Se adentró en la ducha y mantuvo la mano sobre la perilla del agua, quedó estática, al ver su reflejo en el espejo de cuerpo entero que completaba la habitación. La piel blanca de sus caderas parecía marcada a fuego, con las huellas allí donde un par de enormes y pálidas manos habían presionado.
Divisó una mancha oscura en su cuello, aquello no podía ser más que una mordida... Lo recordaba.. colmillos filosos que se clavan en la tierna carne al momento de culminar.
Un camino desordenado de besos se dibujaban desde su abdomen hasta su clavícula. Aquello era un mapa de recordatorios palpables. Se llevó una mano a la boca y luego se dedicó a desaparecer las marcas una por una...
La sensación de irrealidad la atormentaba, cuestionandose los motivos de aquel encuentro... Quizás después de todo Orochimaru no le era tan indiferente...
No, aquello era estúpido.
Suspiro aún sin creerlo del todo y comenzó a llenar la tina. Pensando en qué tal vez aquello podría quedarse atras.
¿En qué carajos estás pensando, Tsunade?
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𝕍𝕚𝕤𝕚𝕥𝕒𝕤 𝔼𝕤𝕡𝕠𝕣á𝕕𝕚𝕔𝕒𝕤 - 𝕋𝕤𝕦𝕟𝕒𝕕𝕖 𝕩 𝕆𝕣𝕠𝕔𝕙𝕚𝕞𝕒𝕣𝕦
RandomA veces los amores prohibidos son aquellos que más quiere ver el mundo. Adsurdo para algunos, extraño para muchos otros, pero interesante para cualquiera. Un amor que nace de un simple deseo carnal, porque luego de probarse su apetito solo aumento m...