El llanto de la pequeña rubia era lo único que se escuchaba en la habitación, en la cual solamente se encontraba la rubia mayor tratando de tranquilizar a su pequeña en brazos. Mecía a la nena mientras daba suaves palmadas en su espalda, sin embargo, su llanto no cesaba. La puerta de la habitación se abrió, y por esta entró el padre de la bebé, con un biberón en la mano que agitaba con rapidez.
-Ten, ya está listo -Le tendió el biberón
-Gracias -Senju tomo el pequeño frasco. Acerco el biberón a Hotaru pero ella no quiso comer solamente seguía llorando mientras movía sus manitas en el aire- No quiere comer -Informo mirando al azabache
-¿Porque? -Él se acercó a ella con preocupación
-¿Me ves con cara de saberlo? No tengo idea de lo que sucede -Respondió con brusquedad
-Eres doctora, deberías saberlo, ¿No? -Respondió de la misma forma que ella
-Soy doctora, la mejor, pero esta es la primera vez que soy madre, no esperes que sepa cómo manejar todo -Frunció su ceño con enojo
-No hables por ti sola, ambos estamos en la misma situación
-Tú no entiendes nada -Espeto la mujer sin pensar. Orochimaru la miró incrédulo, frunciendo el ceño
-¡¿Y que esperas que haga, Tsunade?!
-¡Que estés conmigo en esto! Estoy perdiendo la cabeza, no se que hacer, y Hotaru cada vez llora más -Mecio con más rapidez a la niña
Orochimaru sintió su corazón comprimirse dolorosamente cuando vio que Tsunade había comenzado a llorar, ella seguía meciendo a la bebé, quien aún lloraba junto a su madre. Fue en ese momento que se quebró algo dentro de él... Nunca llegaría a ser un buen padre, no tenía una base, un ejemplo que seguir, ¿Cómo era su padre? Ni siquiera lo recordaba, creció sin amor, su equipo había sido su primer lazo afectuoso, creció entre guerra y desastre... ¿Como podía dar ese amor si no siquiera sabía cómo era?
-Perdoname, Tsunade -Masculló
El seguir oyendo el llanto de su hija simplemente lo hizo sentir peor, simplemente su cerebro repetía el sonido abrumandolo. Tanto que él mismo comenzó a llorar.
Se sentía culpable, no creía justo que Tsunade tuviera que pasar por semejante situación. Él no tenía madera de padre, no sabía nada al respecto, hasta ahora se había esforzado por cumplir su papel, y había fallado, al menos así se sentía, había prometido velar por ambas, ¿Y que estaba haciendo? Lloraba mientras se sentía el peor ser del universo...
No.
Él no era un maldito cobarde. Prometió que sus chicas no vivirían carencias o malos tragos estando allí para ver por ellas, y va a cumplirlo. ¿Porque no intentar? ¿Porque no dar lo mejor y aprender juntos a ser buenos padres?
Se levantó de la cama con decisión. Limpio sus lágrimas con la manga de su camisa, camino hacia la cómoda frente a la cama, y saco de un cajón el pequeño chupón que había comprado para su niña semanas atrás. Se acercó a Tsunade, y después de limpiar las lágrimas que caían por sus hermosos ojos, tomo a su hija. La meció con lentitud, y después coloco en su boquita el chupón, el cual Hotaru acepto sin protestar.
Bien, había logrado que la niña dejara de llorar, pero ahora debía hacerla dormir, cerró los ojos y se mentalizo.
-Estrellita, ¿Donde estás? Quiero verte titilar -Su suave voz hizo eco en los oídos de su mujer, que miraba a Orochimaru y a su hija con un brillo en los ojos- En el cielo sobre el mar, un diamante de verdad -Los ojitos de Hotaru se cerraron suavemente- Estrellita, ¿Donde estás? Me pregunto que serás -Y una vez finalizada la canción de cuna. Hotaru cayó en profundo sueño, haciendo que Orochimaru sonriera con orgullo y felicidad el haber logrado dormir a su bebé.
Tsunade no despegó su vista del azabache, el brillo en sus ojos y la calidez en su pecho eran producto de la administración y orgullo que sentía por Orochimaru en ese momento. Lo había logrado, había dejado de lado el pavor que lo consumía y logró dormir a su hija, superando así una barrera que los había mantenido trabados por bastante tiempo. Ella sintió felicidad por él, sabe perfectamente lo complicado que es esto para Orochimaru, bueno, para ambos de maneras distintas.
Dejo a la niña en su cuna y se sentó en la cama, apoyando la cabeza en el hombro de su rubia soltando un largo suspiro.
-¿De dónde sacaste esa canción? -Cuestiono acariciando levemente los mechones oscuros
-Karin y Suigetsu quieren tener un bebé -Señaló- Pero como son tarados adoptaron un gato para practicar, Suigetsu solía cantarle eso para que el felino durmiera, era patético, sin embargo, la canción cumplía su objetivo, logré aprenderla luego de escucharla un par de veces por el eco de la guarida... Nunca pensé que terminaría por cantarsela a mi propia hija
Orochimaru sonrió con calidez. Ella también sonrió y acerco a Orochimaru a su anatomía, envolviéndolo en un abrazo. Orochimaru reposo la cabeza en los pechos ajenos, escuchando los latidos acelerados de la rubia, rodeó la cintura de ella con ambos brazos. Todo rastro de frustración que antes ambos habían sentido desapareció en una manta de humo.
-Lo hicistes muy bien, Orochimaru -Reconoció posando un beso en la cabellera azabache, el pálido se ruborizó un poco y escondió el rostro en el cuello de Tsunade- Perdón por haber perdido los estribos, es solo que... Verla llorar no me gusta, y entré en desesperación al no saber que hacer -Ella suspiró
Orochimaru se separó un poco de ella para admirarla mejor.
-Tranquila, estamos aprendiendo juntos, eso es lo importante -Le brindó una sonrisa, la cual fue correspondida por Tsunade
Ambos se recostaron en la cama, ambos con el cuerpo hacia la cuna de la niña. Orochimaru paso un brazo por la cintura de Tsunade pegando más sus cuerpos, apoyando el mentón en el hombro de la Sannin.
-Descansa, Tsunade -Masculló besando su mejilla
-Descansa -Respondió ella cerrando los ojos con satisfacción
Ser padre es uno de los mejores regalos que hay en la vida, sin embargo, también es la tarea más difícil que puede existir, no solamente se trata de engendrar a un pequeño o pequeña, sino también, se trata de velar por el bienestar y la felicidad de él o ella desde el momento en el que llega al mundo. Nadie nace con un manual para ser el mejor padre del mundo, uno junto a sus hijos, aprende a ser mejor padre a punta de tropiezos y errores, que al final servirán de aprendizaje; y eso, eso era lo que Orochimaru y Tsunade estaban dispuestos a hacer.
(。・//ε//・。)
Ay, que bonito.
*Llora*
¿Alguien más amó al Orochi cantándole a su bebé?
Bueno, escribí esto hace un tiempo y este me pareció un buen momento para subirlo.
Perdón por tanto relleno 😅
Sin decir más, les mando besitos y abrazos mentolados 😽
Att: Kitty
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𝕍𝕚𝕤𝕚𝕥𝕒𝕤 𝔼𝕤𝕡𝕠𝕣á𝕕𝕚𝕔𝕒𝕤 - 𝕋𝕤𝕦𝕟𝕒𝕕𝕖 𝕩 𝕆𝕣𝕠𝕔𝕙𝕚𝕞𝕒𝕣𝕦
RandomA veces los amores prohibidos son aquellos que más quiere ver el mundo. Adsurdo para algunos, extraño para muchos otros, pero interesante para cualquiera. Un amor que nace de un simple deseo carnal, porque luego de probarse su apetito solo aumento m...