La rubia soltó un suspiro al llegar a casa de Jiraiya. Hacía casi una semana que los miembros de la tierra habían llegado a Konoha, lo cierto era que el trabajo parecía haberse incrementado al doble. El albino estaba tomando café en el comedor y le dedicó una sonrisa cálida al notarla.
-Buenas noches -Saludó
-Buenas noches -Correspondió el saludo dejando los tacones junto a la puerta y yendo a desplomarse sobre una silla
-Te ves fatal -Rió, ella frunció el ceño
-Jiraiya, deberías callarte -Espetó saliendo de la cocina con dos tazas de té, le dejo una a Tsunade y le besó la frente- Buenas noches, Rubia, ¿Que tal tú día?
-Gracias. Joder, hoy es uno de esos días donde quisiera dar una patada y destrozar media aldea -Exclamó, frotándose las sienes
-¿Algún mal en específico? -Preguntó el albino
-Konohamaru -Gruñó- Ese maldito renacuajo ha estado toda la semana en mi oficina quejándose e insistiendo con que quiere entrenar con los ninjas del equipo de Todoroki
Ambos hombres se miraron de reojo.
-¿Porque no le das lo que pide? -Propusó el azabache
-¿De que hablas? -Cuestionó alzando la cabeza
-Mandalo con el equipo de la tierra, informa que es el nieto del tercero y que muestren lo mejor que tienen, asegúrate de que no le queden ganas de regresar -Explicó con la serenidad que lo caracteriza
Ella reflexionó un instante, asintió, dándole la razón.
-Creo que tienes razón
-Sienpre tengo razón
-¿Quieres dormir en el sofá?
-No siempre tengo razón
-Te han quitado tu hombría por completo -Jiraiya soltó una carcajada
-Y yo te la quité a ella -Respondió el azabache
Las carcajadas se pararon en seco.
-Hijo de... -
-Callense los dos -Gruñó la mujer- me aburren
Los masculinos gruñerón y ella subió la escalera restándole importancia a la discusión.
Entro a su habitación topandose con su hija que parecía esperarla.
Los pálidos y regordetes brazos de Hotaru se extendieron hasta ella con alegría y ansias de ser alzada por su madre. La nena abrió gozosa sus ojos olivas y soltó una risita cuando Tsunade le pellizco suavemente la nariz.
Orochimaru que las observaba en silencio sintió en silencio sintió su corazón derretirse de pura ternura, la sangre fría en sus venas latió en su corazón con más fuerza. Depositando en su pecho un gran sentimiento de orgullo y felicidad de saber que aquellas eran sus chicas.
-Es lindo escuchar a mis rubias reír -Comentó, terminando de entrar a la habitación
Tsunade giró hacia él con la nena en brazos, quién prácticamente salto hacia Orochimaru en cuanto lo vio.
La niña poso su manito en el rostro de su padre y le sonrió, viendolo a los ojos. Orochimaru dejo un beso en la manita regordeta.
Fue el turno de Tsunade de suspirar y gozosa de que aquella fuera su familia.
Dejaron a Hotaru en la cuna luego de cambiarla y darle pecho. Tsunade se dio un baño mientras sostenía conversación con Orochimaru que la esperaba sentado en la cama.
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𝕍𝕚𝕤𝕚𝕥𝕒𝕤 𝔼𝕤𝕡𝕠𝕣á𝕕𝕚𝕔𝕒𝕤 - 𝕋𝕤𝕦𝕟𝕒𝕕𝕖 𝕩 𝕆𝕣𝕠𝕔𝕙𝕚𝕞𝕒𝕣𝕦
RandomA veces los amores prohibidos son aquellos que más quiere ver el mundo. Adsurdo para algunos, extraño para muchos otros, pero interesante para cualquiera. Un amor que nace de un simple deseo carnal, porque luego de probarse su apetito solo aumento m...