Cambios 🌌

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Todos los jóvenes del escuadrón de Enji de arrodillaron y bajaron la mirada ante la presencia de Tsunade.

-El día de hoy nuestro Hokage nos honra con su presencia, esta interesada en ver de lo que somos capaces -Habló firmemente el pelirrojo- Por lo tanto, demuestren el porque están aquí, y porque nuestra aldea puede estar orgullosa

Tsunade sonrió en aprobación, mientras los ninjas corrían a sus lugares.

-No la decepcionaremos, Holage-Sama -Gritaron al unísono

***

Jiraiya se detuvo frente a la puerta del cuarto que hasta ese día le había pertenecido a Tsunade. Abrio la puerta como un autómata, suspirando ante la idea de volver a ver su casa vacía.

Inevitablemente pensó en la noche que Hotaru llegó a sus vidas, siendo la cosita más preciosa que había sostenido en sus brazos. Su corazón se contrajo violentamente al tenerla allí, tan parecida a ella.

Y pensó en como hubieran sido las cosas si ella hubiera sido suya, si el hecho de ser su papá no fuera solamente un rumor mal fundado entre las calles de Konoha.

-Dime que no estás teniendo un momento de reflexión y melancolía -Se quejó Orochimaru apareciendo en el pasillo

-Callate -Bufó, girando a verlo

Hubo un instante de silencio donde no hicieron más que observarse. Orochimaru no era tonto, bastaba tener tres dedos de frente para saber qué le pasaba a Jiraiya.

Vio con desagrado como los sentimientos influyen a las personas. Él mismo llegó a asquearse de la calidez que invadió su pecho, aún así, aprendió a vivir con eso y hasta a tomarle gusto. Se puso en los zapatos de Jiraiya y no le gustó la perspectiva, ver ante tus ojos como lazos tan presentes de tu vida se unen dejándote a ti como un espectador vacío era algo demasiado problemático.

Él en su lugar no sabe cómo habria todo si Tsunade lo hubiera rechazado.

No supo que decir así que guardo silencio.

-¿Donde estabas? -Exclamó Jiraiya de pronto, al notar al azabache cubierto de manchas de pintura

-Resolviendo un asunto -Respondió, sin ánimo de dar detalles- ¿Has visto a Tsunade o a Hotaru?

-Shizune quería pasar el da con ella, según me dijo en la tarde, Tsunade está en los campos de entrenamiento de los hombre de la tierra

-¿Que hace allí?

-Supuestamente viendo algo con el Capitán

-¿Todoroki?

-Sí

Orochimaru no le dio mayor importancia, dejando de lado un nombre que más adelante le haria pasar muy malos ratos.

***

-Tus hombre son impresionantes, Capitán -Reconoció la rubia- Se nota lo mucho que ha trabajado, y a decir verdad sus habilidades no me dejan insatisfecha

-Gracias por tomarse el tiempo, Holage-Sama -Enji agradeció

-Eres el capitán, su ejemplo a seguir, así que nunca vuelvas a dudar de nada -Pidió observandolo con fuego en su mirada- Si las bases de una estructura están flojas todo inevitablemente se vendrá abajo, en el mundo shinobi eso no puede pasar, eres su base, así que afirmate, porque ahora es cuando más te necesitan

Todoroki la observó anonadado, había tanta seguridad en lo que decía que su voz le sonó a rugido, demasiado directo y demasiado cierto. Le encantó de sobremanera.

Kakashi apareció en los campos de entrenamiento para llevarle un mensaje a la rubia de que le gustaría quedarse esa tarde con Hotaru, ella accedió, tomando en cuenta el tiempo que quedaba antes de que sus senos se desbordaran de leche materna.

Sentados sobre el césped observaron lo último del entrenamiento, sobre sus cabezas el cielo se había tornado oscuro y una que otra estrella se asomaba.

-¿Entonces es cierto? -Cuestionó el pelirrojo, ahora mucho más seguro al sentirse en confianza

-¿Que cosa? -Ella ladeó la cabeza hacia él

-¿Es verdad que Kakashi Hatake tiene la cara de un ángel bajo la máscara?

-Podri decírtelo, pero seguramente tendría que matarte después, es uno de los más grandes misterios de Konoha -Sonrió

Enji soltó una risa ronca, tranquilo. Ella imitó el gesto y alzó la cabeza para observar el cielo estrellado.

El pelirrojo giró la cabeza hacia ella, admirandola.

Podía ver reflejado en sus ojos aquel bonito paisaje. Y aún sintiéndose tan pequeño ante tal inmensidad como el cielo, en el reflejo de sus ojos todo parecía posible. Aunque siempre se había dado cuenta de aquello al mirar la determinación en su mirada, o al escuchar las historias que la volvieron leyenda. Su voluntad de fuego marcaba sus acciones y la fuerza con la que podía arremeter contra todo. Le daba la sensación de que ella podria lograr todo lo que se propusiera. Sintió como si era un ser brillante, que había tenido la suerte de conocer para reflectir un poco de su luz. Así como la luna al sol.

-Bueno, ya es muy tarde, Capitán -Afirmó, levantándose y sacudiendo su pantalón con sus manos

-¿Quiere que la acompañe, Lady Tsunade? -Ofrecio, incorporándose también

-No, gracias, tengo un asunto que resolver -Ella sonrió y simplemente se marchó

El pelirrojo vio su espalda alejarse, y las caderas al moverse le hicieron volar la mente. Al instante quitó la mirada, enojandose consigo mismo por ser tan irrespetuoso aunque fuera en su mente. Para cuando volvió a mirar ella ya se había ido, dejando una incógnita flotando en sí cabeza.

¿Acaso... Se estaba enamorando de la Hokage?

***

Cuando llegó, Jiraiya la estaba esperando en la entrada de la casa con el último bolso que faltaba por llevar.

-¿Estas listo? -Preguntó al saludar

-La pregunta es si tú estás lista para esto -Él regresó la pregunta, sonriéndole de lado

-Ya vámonos -Pidió, negándose a responder aquella pregunta

Jiraiya suspiró al cerrar la presa, siguiendo a la rubia que parecía caminar sin mucha prisa.

-Sabes que nadie te obliga a irte -Dijó al rato de caminar junto a ella, las manos en los bolsillos para parecer desinteresado

-Sé que no, pero es lo que quiero -Respondió, comenzó a hartarse

-¿Segura?

Senju se detuvo en seco y lo encaro.

-Necesito que entiendas que quiero hacer esto, es mi casa y no es justo que porque un imbécil apareciera en medio de la noche con quién sabe qué planes e la cabeza yo no pueda volver -Exclamó, plantandose con firmeza ante él- Aprendí a la mala que los miedos no dejan de existir porque te escondas de ellos o los ignores, y ya no estoy dispuesta a seguir dándole largas

A partir de allí Jiraiya la siguió en silencio, satisfecho de saber que eso era lo que ella quería hacer.

⁽⁽ଘ( ˊᵕˋ )ଓ⁾⁾

¡Holaaa!
¿Como están, Guerrer@s de Clase Alta?

Aquí un cap de 1094 palabras para compensar que las clases y la academia me tienen full.

Sin más que decir ¡Los amo! Y gracias por aún leer esto

💙💙💙

𝕍𝕚𝕤𝕚𝕥𝕒𝕤 𝔼𝕤𝕡𝕠𝕣á𝕕𝕚𝕔𝕒𝕤 - 𝕋𝕤𝕦𝕟𝕒𝕕𝕖 𝕩 𝕆𝕣𝕠𝕔𝕙𝕚𝕞𝕒𝕣𝕦Donde viven las historias. Descúbrelo ahora