Fácilmente diría que era la primera vez que le alegraba ver su escritorio hasta el tope de documentos. Entre hojas y carpetas era más sencillo distraerse de aquellos pensamientos que tanto quiere evitar, acarrear cualquier idea menos que aquella que asecha en las sombras de la mente.
Alguien tocó la puerta.
-Adelante -Exclamó, alzando la cabeza
Jiraiya apareció repentinamente por la puerta.
-¿Cómo te va, Tsunade? -Saludó acercándose a ella, sonriente
-Mal -Bufó sellando otro papel- ¿Que te trae por aquí?
-Vengo a invitarte a almorzar-
-No tengo tiempo-
El albino sonrió pícaramente.
-Un amigo mío me consiguió dos botellas de sake de manzana -Confesó- ¿Dejaras que las disfrute yo solo?
Una jugada planeada y astuta para que ella aceptará acompañarlo. Efectivamente la rubia no logro resistirse, y bajo la advertencia de que si ese sake no era tan bueno como decía iba a golpearlo brutalmente partieron al bar más cercano.
^_________^
En el laboratorio de Orochimaru se respiraba un aire de suma tranquilidad ese día. El buen humor que el Sannin demostraba comenzaba a alarmar a sus subordinados.
-¿Y a este que le pasa? -Inquirió Karin cuando salió del laboratorio en compañía de Suigetsu
-No tengo idea, pero me da escalofríos -Aceptó el albino- Algo grande está por pasar o al fin se acaba el mundo-
-Y yo que pensé que no habría más líos -Murmuró la pelirroja
Aunque estar rodeado de tubos de ensayo con criaturas experimentales, no era la perfecta definición de ambiente romántico. Eso no impedía que la rubia se presentara a ratos por la mente del palido.
Se detuvo de golpe comprendiendo aquello, la pensaba, la tenía en mente, sin embargo no le disgustaba, en cambio parecía incluso... agradable.
A partir de ese día Tsunade se sumaría a la extensa lista de dudas emocionales de Orochimaru, encabezandola por mucho.
###
Un ninja debe estar alerta... Al menos eso dicen, Jiraiya podría ser el sabio de los sapos, una leyenda viva, sin embargo solo tenía dos ojos, y en ese momento le pertenecían por completo a Tsunade.
Observaba cada gesto de ella con atención, cómo aquel que ve una obra de arte codiciada. Una mirada anhelante, con la llama de la esperanza oculta por un ligero brillo perverso que aparecía cuando dirigía los ojos a su escote.
-Coméntale a Naruto que pase por mi oficina mañana -Exclamó sacándolo de su ensoñación
-¿Le darás una misión? -Preguntó
-No precisamente -Explicó- Gaara propuso que fuera a dar algunas charlas en la academia ninja de Sunagakure
El albino asintió y deslizó el contenido de su vaso por su garganta.
-Tsunade -Exclamó, la rubia giro a verlo- Ya hemos hablado mucho del trabajo, ¿Cómo has estado?
Jiraiya percibió una ligera vacilación en los ojos de la rubia, sin embargo, al girarse sus pechos rebotaron en la blusa y eso bastó para que él olvidará por completo la pregunta que iba a formular.
-No hay nada nuevo que contar -Afirmó jugando con el hielo en su vaso- Supongo que la vida de Hokage también puede ser aburrida
-Podrias darle un poco de emoción -Jiraiya la observaba con los ojos entre cerrados- ¿Desde cuando nadie te calienta la cama, Tsunade?
Desde anoche
La rubia se atragantó y le lanzó un manotazo a su compañero.
-¡¿Cómo preguntas esas cosas?! -Gruñó recuperando el aire- ¡Pervertido!
El albino se encogió en la zona donde la mano de Tsunade le había dado y soltó un quejido leve.
-Solo preguntaba -
Ella se levantó con el ceño fruncido.
-Adios -
Él reacciono de repente, levantándose de su asiento.
-¿No quieres que te acompañe?
-¡No! -Gruñó
Jiraiya volvió a sentarse.
-Si solo no te hicieras la difícil podríamos ser muy felices -
-¿Dijo algo? -Cuestionó el tabernero
-No, pero, brinde conmigo -
Ambos alzaron copas.
-¿Porque brindamos?
-Por los amores eternos-
ESTÁS LEYENDO
𝕍𝕚𝕤𝕚𝕥𝕒𝕤 𝔼𝕤𝕡𝕠𝕣á𝕕𝕚𝕔𝕒𝕤 - 𝕋𝕤𝕦𝕟𝕒𝕕𝕖 𝕩 𝕆𝕣𝕠𝕔𝕙𝕚𝕞𝕒𝕣𝕦
RandomA veces los amores prohibidos son aquellos que más quiere ver el mundo. Adsurdo para algunos, extraño para muchos otros, pero interesante para cualquiera. Un amor que nace de un simple deseo carnal, porque luego de probarse su apetito solo aumento m...