Amanecía lentamente, la noticia del atentado de la Hokage solo había llegado a los oídos de los más necesarios, tratando de evitar una ola de pánico en la aldea.
Mientras la gente vivía su normalidad sin imaginar siquiera las atrocidades cometidas la noche anterior Jiraiya y Orochimaru (Transformado en un AMBU cualquiera) conversaban.
-Puedes pasar a verla, no hay muchas posibilidades de visitas y los AMBU están al otro lado del hospital
El azabache asintió dirigiéndose a la puerta. Jiraiya se pasó una mano por el rostro, los nervios estaban por volverlo loco.
***
Cerró la puerta a su paso. Un silencio sepulcral inundaba la habitación, únicamente interrumpido por el bit emitido por la máquina de electrocardiogramas.
Parecía dormida, tan tranquila, había mucha calma en aquel bello rostro, un tanto cambiado por la drastica palidez en la misma.
La culpa se intensificó.
Orochimaru se llevó las manos al rostro haciendo a un lado la máscara de AMBU. Una lágrima le escurrió por la mejilla.
Se irguió en su sitio al escuchar pasos en el pasillo. La puerta se abrió dejando ver a Jiraiya quien cargaba un pequeño bultito en sus brazos.
-Supuse que querrías conocerla
El azabache se quedó estático en su lugar, le resulta casi irreal pensar que aquel bultito tibio era su nena, aquel bebé que ambos esperaron tanto.
-Dios mio... -Musitó
-¿Quieres cargarla?
-Se me puede caer -Respondió alzando la vista hacia Jiraiya
-Es un bebé no una barra de mantequilla -Sentenció el albino extendiéndole la criatura
La niña se removió en sus brazos, envuelta por mantas suaves de algodón. Orochimaru temblaba, Jiraiya vio con asombro como las lágrimas le rodaban por las mejillas.
El azabache mantuvo fija la vista en el nuevo ser, quedó flechado al instante.
-Hotaru... -Masculló revelando a Jiraiya el nombre de su hija
Su piel rosada denotaba claridad extrema como la de él, el carmín en sus mejillas le recordó a su madre como la forma de los labios, una corona de peludas rubias delató que tendría una melena de oro como Tsunade. Hotaru abrió los ojos encontrándose con los de su padre, Orochimaru quedó sin habla... Aquella mirada oliva le había atravesado el alma.
Supo entonces que solo esos ojos y los de Tsunade podrían mandar sobre él.
Su corazón bombeó sangre agresivamente. Aquella era su nena, perfecta fusión de él y su mujer, porque Hotaru era el sello que los mantendría unidos por siempre, no importaba Konoha, no importaba nadie en el maldito universo. Ahora solo importaban ellas.
-Ella tiene que despertar -Afirmó Jiraiya cerrando los puños- Anhelaba conocer a su bebé
Orochimaru giró sobre sus talones lentamente y se paró junto a la camilla.
-Se parece mucho a ti, Rubia -Exclamó observando su rostro dormido- Ahora debes despertar y patearme el trasero por no haber estado contigo esa noche
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La bruma negra se disipaba pausadamente, murmullos y pasos, voces a lo lejos que calentaban su corazón.
Un llanto infantil.
Aquel de un retoño que necesita a su madre. El ruido se intensificaba, la luz la cegaba y por un segundo pensó que moriría, al menos hasta que sintió una mano envolverle la muñeca y jalarla hacia otro plano astral.
Abrió los ojos.
La habitación estaba vacía, un ramo de rosas reposaba junto a la camilla, y un banco estaba sospechosamente serca de ella.
-Yo creo que Jiraiya-Sama es el papá -Susurró una de las enfermeras que entraba a la habitación
-Escuché que le pusieron Hotaru -Exclamó la pelirroja que la acompañaba
-Significa Luciérnaga -Habló Tsunade sacándole un respingo a ambas mujeres
-¡Hokage-Sama!
-¡Ha despertado! -Celebró la más baja
-Le avisaré a Haruno-San -Chilló la pelirroja saliendo del cuarto
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¡Hola!
¿Cómo están? Espero que bien.
Chic@s, necesito su opinión sobre tres cosas:
1) ¿Que tal les parece la historia hasta ahora?
2) ¿Que creen que hará ahora Orochimaru al respecto de la seguridad de Tsunade?
3) ¿Cómo creen que será el reencuentro de la pareja?
Sin más que decir les deseo buen día/tarde/noche.
Att: Kitty
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𝕍𝕚𝕤𝕚𝕥𝕒𝕤 𝔼𝕤𝕡𝕠𝕣á𝕕𝕚𝕔𝕒𝕤 - 𝕋𝕤𝕦𝕟𝕒𝕕𝕖 𝕩 𝕆𝕣𝕠𝕔𝕙𝕚𝕞𝕒𝕣𝕦
RandomA veces los amores prohibidos son aquellos que más quiere ver el mundo. Adsurdo para algunos, extraño para muchos otros, pero interesante para cualquiera. Un amor que nace de un simple deseo carnal, porque luego de probarse su apetito solo aumento m...
