Se cumplía un año. Un año de visitas esporádicas. Un año de besos y caricias. Un año compartiendo mucho más que la cama.
Sudaban con fuerza, el olor a sexo era potente en la habitación.
Miró a su alrededor y se dio cuenta de que Orochimaru estaba tendido en el suelo y que ella todavía estaba encima de él, el edredón estaba junto a ellos, y la cama...
-¿Que demonios paso aquí? -Preguntó, tan completamente sorprendida que ni siquiera pudo encontrar palabras para ello.
-Bueno -Dijó Orochimaru lentamente, de su manera habitual- Hace meses me dijiste que no romperías tu propia cama. Me parece que estabas mintiendo
Tsunade rodó los ojos. Orochimaru estaba sonriendo como loco.
La cama era un desastre, la cabecera era dos piezas, con una rotura zigzagueante en el medio, y la mitad más cercana de la cama estaba inclinada hacia un lado, el colchón colgando en el aire con una esquina tocando el suelo.
-Debe haber habido una tensión interna en la madera -Murmuró la rubia avergonzada
-No, no lo creo -Dijó el otro pacíficamente- Es solo que... Una vez que rompiste la cabecera en dos, el marco de la cama perdió su estabilidad y el colchón no pudo soportar nuestro peso y eso hizo que algunas de las tablillas de la cama también se rompieran, y luego todo se derrumbó
-Jodete... -Susurró topándose el rostro con las manos
Él rió sonoramente.
-¿Que es tan gracioso?
Orochimaru la miró y luego se lamió los labios. Había un brillo perverso en sus ojos.
-Una vez escuché a un hombre decir que algunas mujeres romperían las sábanas si tenían un orgasmo alucinante -Explicó arrastrando las palabras- Nunca dijo nada sobre romper la cama
-No recuerdo a alguien que hubiera hecho algo así -Admitió sonriendo suavemente
Se miraron en silencio por un segundo y luego ambos estallaron en risas. Se recostó sobre él, sentándose en su abdomen.
Aún en el suelo, Tsunade jamás lo hubiera considerado algo apropiado, y seguramente en cualquier otra situación hubiera dado una larga charla sobre los gérmenes ocultos entre las alfombras y otras.
Pero hoy, precisamente hoy no quería pelear. Levantó la vista y se fijó en la ventana.
-La ventana está abierta -Señaló abriendo los ojos con sorpresa
Él la miró con el mismo gesto.
-Bueno, tus vecinos saben que tienes nuevo novio -Dedujo con velocidad
Se tapó el rostro con ambas manos. Se recordaba fugazmente a sí misma gritando su nombre de una forma no muy adecuada, al menos no bajo el estatus de seriedad, diplomacia y decencia que debería tener un Hokage.
Esperaba sentirse abochornada hasta el tope, y apostó a que la vergüenza la carcomería viva.
En cambio, sintió una pequeña sensación ridícula y cálida en el vientre. Estaba orgullosa, orgullosa de si misma, orgullosa de su hombre, como si fuera una prueba estúpida que pasó con total éxito. Quería ponerse de pie y correr hacia la ventana completamente desnuda y gritar a todo pulmón.
"¿Escuchaste eso, Konoha? ¿Lo hiciste? ¡Esa fui yo!"
No lo haría, era obvio, estaba feliz, animada. Completa.
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𝕍𝕚𝕤𝕚𝕥𝕒𝕤 𝔼𝕤𝕡𝕠𝕣á𝕕𝕚𝕔𝕒𝕤 - 𝕋𝕤𝕦𝕟𝕒𝕕𝕖 𝕩 𝕆𝕣𝕠𝕔𝕙𝕚𝕞𝕒𝕣𝕦
RandomA veces los amores prohibidos son aquellos que más quiere ver el mundo. Adsurdo para algunos, extraño para muchos otros, pero interesante para cualquiera. Un amor que nace de un simple deseo carnal, porque luego de probarse su apetito solo aumento m...