Outer Banks [JJ Maybank]

(1)

Emma Cameron.

Me encontraba junto con mis dos mejores amigos: Pope y Kiara; mi novio, John, y mi peor enemigo, JJ.
Estábamos en una casa en reformas, en el balcón. Johh, sobre el tejado; Pope en el suelo; JJ y yo sobre un andamio; y Kiara estaba dado una vuelta por la casa.

   — ¿es una caída de tres pisos? — le preguntó Pope a John, al ver subido en el tejado justo al borde — te doy una posibilidad sobre tres —

— este se chupó el dedo índice para ver en qué dirección soplaba el viento — ¿lo hago? —

   — sí, salta. Y te disparo al caer — le apuntaba con una taladradora

   — ¿un disparo? — le preguntó haciendo con sus dedos, índice y pulgar, una pistola — piu —

— sip —

   — van a tener baños japoneses con calentadores de toallas — decía Kiara volviendo

   — pues claro — dije

   — esto era un hábitat de tortugas —

   — ¿qué más dan las tortugas? — decía JJ

   — imbécil — murmuré

   — te he oído —

   — pues llora — centré mi mirada en Kiara

   Odiaba a ese chico rubio de ojos azules: egocéntrico; errático; poco paciente, bueno yo tampoco es que sea muy paciente. Pero él es mucho peor; no piensa antes de actuar. En breves palabras. No le aguanto. No somos compatibles.

— odio las toallas frías — intervino John antes de JJ dijera lo que estaba pensando en decir

— no te mates, por fa — le dije

— no tires la cerveza — le advertía JJ — no te daré otra —

¿Y qué pasó? Que se le cayó.

— mierda —

— pues claro... — espetó JJ

— que guay — murmuró Kiara

— ¡nooooo! —

— sobresaliente — le decía JJ

— gilipollas — reí

— ¡eh! — escuché a lo lejos

— los seguratas — nos informaba Pope — andando —

— vamos, Humpty Dumpty — le decía JJ a John levantándose

— llegan pronto — dije levantándome también — ¡Gary, ¿eres tú?! —

— sabes que sí — me decía JJ agarrándome de la cintura mientras me bajaba del andamio — ¡Gary, me alegro de verte!

— ¿es la hora? — preguntó Pope

Salimos corriendo del balcón y después bajamos rápido las escaleras. Tiramos hacía la derecha, todos excepto JJ, que como ya he dicho es gilipollas. Corrimos Kiara, John y yo, por el camino perdimos a Pope. Llegamos a la furgoneta, subimos y rápidamente, John, arrancó.

— ¡vamos, chicos! — les grité y una vez que entraron cerré la puerta

— Gary se merece un aumento — decía Pope

— ¡corre! — le animó Kiara

— más despacio —

— ¡niñatos! — decía este