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NARRADOR OMNISCIENTE.

La noche había sido insoportable para Lucía, no había pegado ojo pensando en todos los posibles escenarios que podría estar sucediéndole a Emma, o a Rafe. Se había planteado varias veces ir pronto a la comisaria a buscarle, ya que no tendría vehículo y posible estaría cansado cómo para andar pero en todas esas veces se arrepintió llegando a la conclusión de qué podría agobiarle y eso era lo último que quería.

La mañana llegó fresca. Se levantó temprano, mucho antes que el resto de la familia. Salió al patio trasero donde el sol podía verse al otro lado del río que cruzaba el pueblo. El viento movía su melena castaña con suavidad; se abrazó a sí misma cuando empezó a tiritar.

Se pasó las primeras horas de la mañana viendo series en Netflix para despejarse mientras sus padres y su hermano se iban levantando; sobre las 10 sus padres se fueron a la compra y a las 10:30, Adrián, se fue a dar una vuelta con unos amigos que había hecho durante su estancia en Outer Banks.

A las 11, Lucía, estaba completamente sola en casa y impaciente por recibir noticias de alguno de sus amigos. Decide poner música para despejarse mientras se prepara algo de desayunar.

— Soy yooo, la sigue aquí. Soy yooo, te lo digo a ti. Mírame y dime qué es lo que ves. Esa mujer que perdiste una vez —

La chica comenzó a bailar al ritmo de la música mientras se servía una taza de café.

— ¿Se puede? —

Su voz sonó al otro lado de la cocina. Estaba ahí, plantado en la puerta esperando la respuesta de la chica. Lucía cansado pero mantenía con una sonrisa mientras miraba la cara de sorpresa y emoción de la joven.

— Rafe... —

Lucía se dejo la taza de café en la encimera y en seguida salió a recibir al chico. Ella pasó sus brazos alrededor de su cuello y él la estrecho entre sus brazos sujetándola con fuerza de la cintura, escondiendo la cabeza en su cuello.

— Esperaba llegar antes, pero he venido andando... — le dijo Rafe cuando se separaron pero sin dejar de acariciar su cuerpo

— Sabía que tendría que haber ido. Quería ir a recogerte pero no quería agobiarte o qué pensarás que era una intensa... —

Rafe posó sus labios sobre los de Lucía y pegaron más sus cuerpos mientras movían sus labios a la vez.

— Si tu eres intensa entonces yo no sé qué soy... — balbuceo el chico sobre sus labios. Lucía volvió a besarle con una sonrisa

— ¿Tienes hambre? ¿Te preparo algo? —

Dicho esto Rafe recorrió con una mirada el cuerpo de la chica delante suya y sonrió.

— No me refería a eso, pero... — vaciló ésta

Rafe se rió.

— No tengo hambre pero una cabezadita si me echaba —

— Puedes subir a mi cuarto. He cambiado las sábanas esta misma mañana, también puedes dormir donde Adrián si estás más cómodo, pero no estará igual de limpio que mi cuarto —

— ¿Tu dónde vas a estar? — le pregunto siguiéndola hasta la cocina

— Me quedaré aquí — señaló el sofá, donde había libro esperando a ser leído — Así no te molesto —

— Prefiero estar aquí. Contigo —

Las mejillas de Lucía se tornaron rosas de un momento a otro, cómo si de colorete se tratase. Miró a Rafe esperando ver algún tipo de broma o cambió de opinión por su parte pero él mantenía la vista fija en ella y en silencio, parecía estar esperando a que ella lo aprobara.

Outer Banks                                                         [JJ Maybank]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora