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NARRADOR OMNISCIENTE.

Rafe llevaba como pudo a Lucía hasta el coche para llevarla a su casa cuando Ward apareció de la nada.

— ¡Rafe! —

— ¿Papá? — preguntó cuando el hombre empezó a bajar las escaleras — Vuelve al avión. Ya vienen... —

— Debo hablar contigo. Ven —

— ¡Papá, debes irte! —

Lucía observaba la situación, aún con los ojos llorosos, desde la puerta de copiloto del coche. Observaba con temor la pierna ensangrentada de Ward y mil situaciones distintas se la pasaban por la cabeza.

— Rafe — balbuceó — ¿Qué ha pasado? —

El chico se giró y dio un paso hacía ella.

— ¡Rafe! ¡Ahora! —

Volvió a mirada a su padre y se acercó a él mientras Ward se sentaba con esfuerzo en las escaleras.

— Vamos, dime —

— Gracias — le dijo el hombre atrayendo a su hijo para darle un abrazo — Gracias —

— No me agradezcas —

— Sí, eres un buen chico —

— No lo soy — trató de separarse del abrazo que su padre le estaba dando

— No importa qué pasa entre medias. Lo importante es lo que haces al final. Mírame... ¡Mírame! Se lo que hiciste, ¿vale? Y no me importa. Porque volviste por mi, Rafe. Ahora tienes el control. Eres el jefe. Todo aquí es tuyo. Es tuyo — repitió el hombre — Demostraste ser el jefe, ¿sí? Eres el jefe. Te quiero, Rafe — padre e hijo volvieron en un abrazo que no sabían que sería el último — Bien. ¡Muy bien, vamos! —

Rafe ayudó a su padre a volver a entrar al avión.

— Adiós, hijo —

El chico dio unos pasos hacía atrás, acercándose poco a poco a Lucía. Ésta se colocó a su lado y abrazó uno de sus brazos mientras las lágrimas seguían recorriendo su húmedo rostro. Rafe la miró mientras una lágrima le caía y la dio un beso en la coronilla.

Entonces, unas sirenas de los coches policías se hicieron más notorias.

— Rafe, ¿qué está pasando? — preguntó Lucía entre sollozos, asustada

— Cuando estés segura te contaré todo, ¿vale? — le dijo mientras los coches policiales se quedaban alrededor de ellos

Rafe envolvió el cuerpo temblorosos y frío de Lucía a la vez que el sheriff Shoupe se acercaba a ambos.

— Joder, Rafe — escupió éste — Pareces tener una historia que contar —

Lucía miró al chico pero él no se movió. La mantuvo entre sus brazos.

— Primero la dejo en su casa. Ella no ha hecho nada — dijo Rafe con seguridad y nadie podría hacerle cambiar de opinión; nadie se interpondría entre él y poner segura a la chica

JJ MAYBANK.

Cuando pasó uno de los carritos de golf salí de entre los arbustos con mi pasamontañas decidido a sacar a Kie. Me escondí detrás de una de las cabañas cuando dos seguratas pasaron cerca. Abrí la cabaña donde estaba Kiara y me adentré.

— ¿Kiara? —

Allí no había nadie.

— ¿Dónde estás Kie? —

Entonces fue cuando vi un escrito en el cabecero de la litera: P4L, CABAÑA 6.

Volví a salir con rapidez y me dirigí a la cabaña 6.

— Yo puedo — balbuceé mientras abría la puerta con una tarjeta

Me adentré en completo silencio y caminé entre la inmensa multitud de literas.

— ¿Kie?... ¿Kie?... ¿Kiara? —

De repente, una luz se encendió y me acojoné.

— ¿Qué haces aquí? — me preguntó una chica

— Hola. Buenas noches, señorita — empezaron a levantarse más chicas. Joder — Perdón por molestarlas. Bien. Hola... Sé que se ve mal, pero vengo en paz. Pero solo busco a alguien. Estoy buscando a... —

—... Mí —

Me giré al oír su voz y allí estaba... No podía describir el alivio que sentí, la felicidad, el amor que sentí cuando la vi.

— Kie —

Se bajó de la cama y vino hacía mí, la estreché en mis brazos y por un momento pensé que lloraría de emoción por volver a tenerla cerca.

— ¿Cómo...? —

— Bien, sí. Es una larga historia. No hay tiempo. Espera, hay una cosa — la detuve — Me preguntaste qué iba a decir anoche. Y, Kie, yo... quería decirte que lo siento. Lo siento, Kie —

— Te amo — espetó y me quedé sin palabras. No... No supe que decir, o sea la quería pero... Sí, la quería pero a ver...

— Y yo — dije sin pensar y cuando se me acercó y me besó tampoco pensé simplemente dejé que pasara pero las chicas empezaron a gritar y tuve que callarlas — Vámonos — le dije a Kie y empezamos a correr por el campamento — No podemos pasar por la puerta principal. ¿Estás bien? —

Salimos a través del bosque hasta la carretera secundaria que tenía prevista.

— ¿Adónde vamos? ¿Es por aquí? —

— Sip, es por aquí... —

— ¿Por qué tan lejos? —

— Larga historia pero solo hay un camino hacia Kitty Hawk. Como el campamento y tu madre saben cómo se ve Twinkie, pensé que dejarla como señuelo. Debería haber... Un policía. Joder. ¡La policía! — nos escondimos —Para eso es el señuelo. Bien...

— ¿Haremos dedo? — me pregunto

— No. Perdimos el avión, pero tengo otro plan — miré al final de la carretera — Vamos, viejo. ¿Dónde estás? —

Entonces apareció el coche que esperaba.

— ¿Quién es? — me preguntó Kie

— Kiara, quiero que conozcas a alguien —

— ¿Barracuda Mike? —

— Sip —

— El autobús espera, suban todos — dijo éste desde dentro

— ¿Avión listo? —

— Avión listo, tío —

— Así me gusta — entré al coche y cerré la puerta — ¡Lo hice bien, soy un bandido! —

Outer Banks                                                         [JJ Maybank]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora