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— JJ —

— Agachaos — dije cuando vi salir a Rafe de la mansión Cameron

— Ese es Rafe — murmuró John B haciendo el ademán de ir a por él

— No, aún no —

— Espera —

Le retuvimos volviendo a esconderle tras unos arbustos.

— ¿Qué hacemos? ¿Cuán es el plan? —

— Puede que aún vaya armado. ¿Cuál es nuestra ventaja? — lancé la pregunta al aire — El factor sorpresa —

— ¿Cómo lo sorprendemos? —

— Estoy pensando — le repetí a John B — ¿Tirando algo delante? —

— ¿El qué? ¿Dónde? ¿El árbol? —

— Con un tirachinas —

— Eso —

En ese momento giré mi cabeza hacía Pope y me sorprendió corriendo tras el camión sin ningún tipo de impedimento.

— ¡Pope! —

Éste se enganchó al camión y se alejó con él.

— Se le ha ido la pinza — decía John B

— Nos queda la casa —

— Pues a por el fuerte —

Vimos como dos personas salían y nos volvimos a esconder.

— Parece Rose —

— Tío, tienen a las chicas —

Rose llevaba a Sarah y Wheezie a Emma hacía el coche, las metieron dentro y después subieron ellas.

Nos miramos a la vez y salimos corriendo tras el coche, no íbamos a dejar que se llevarán a nuestras chicas de la nada.

— ¡Frena! — gritaba John B el nombre de Sarah

Yo por el otro lado intentaba que Wheezie nos abriera la puerta.

Rose aceleró y cuando mi mejor amigo cayó al suelo me detuve y le ayudé.

— Canos a por la furgo. Venga —

Le venta y corrimos hacía la furgo, en seguida comenzamos a seguirlas.

Llegamos al muelle y John B aparcó en un lateral sorprendido.

— Lo has conseguido, campeona —

Bajamos de la furgo y corrimos tras un camión para poder entrar sin ser vistos.

— Buenas. Déjalo en el B — le decía el se seguridad al conductor

Nos adentramos y corrimos hasta poder escondernos entre contenedores.

— Conozco ese barco. Mi padre curró a borde el verano pasado — le dije al chico a mi lado observando el Coastal Venture — Es un vapor volandero. Lo sé de primera mano —

— Mira, la cruz — me señaló una caja se estaba siendo subida al barco con una polea siendo observada por Rafe

— No puedo con él — escupí escuchando como se reía a lo lejos

— Ahí están — me dijo John B cuando sacaron a las chicas del coche — JJ, necesitamos un plan —

— Estoy pensando. Nos subimos a esa barcaza y cruzamos, aunque nos daremos un chapuzón —

— No importa —

— Y estaremos expuestos —

— Buenas — escuchamos una voz detrás nuestra y nos dimos la vuelta asustados

— Uff. Casi te saco los ojos — dije mirando a Kiara acompañada de Pope

— Te has cagado — se rió ésta

— ¿Cómo nos habéis encontrado? —

— Hemos rastreado tu móvil —

— Buena —

— ¿A ti qué te ha pasado? — le preguntó John B a Pope, quien estaba lleno de barro

— Rafe, el tercer asalto —

— ¿Estás de coña? — le miré — ¿Otra vez? —

— Hemos empatado. ¿Ahí llevan la cruz? — asentimos

— Tienes a las chicas — informó John B

— Hay que subir a borde — dijo Kie

— Esquivando a esos matones — murmuré

— Vamos. Pope, ¿qué haces? — miró JB al chico

— Tengo una idea. Confiar en mí

— No, no salgas corriendo otra vez. Vente —

— Confía en mi. Id tirando, no tardo nada —

Pope salió corriendo y John B se acercó a nosotros. De pronto hubo una explosión y todos los trabajadores corrieron hacía la nave. Pope se volvió a acercar a nosotros corriendo.

— Pope, ¿qué ha sido eso? — le preguntó el castaño

— Mira, ese contenedor va a bordo. Es la forma de colarnos. ¿Vienes? —

— Eres un genio. Por aquí, vamos —

Corrimos hacía un contenedor y me detuve cuando Pope entró sin preámbulos en él.

— Espero, ¿seguro que es buena idea? — le pregunté

— Sí, ese es el plan —

— ¿Ves que es una trampa? No hay salida —

— Lo sé —

— Oye, no os sintáis obligados, ¿vale? — me miró John B

— Es nuestra guerra — añadió Pope

También era la mía. Mi novia estaba allí, no iba a perderla.

— miré a Kie — ¿Nada que perder? —

— Nada que perder — nos subimos al contenedor — Esto es mejor que un internado —

Nos adentramos más en el contenedor esperamos a que fuera la hora de irnos.

Vale, listo. Cerradlo — escuchamos desde fuera

De pronto el contenedor comenzó a moverse durante unos cinco minutos.

— ¿Estamos en la dársena ya? — pregunté y John B me hizo señal de silencio

Se escuchó un ruido de hierro y después nos empezaron a zarandear. Debían estar subiendo el contenedor al barco.

— ¿Ya está? — pregunté de nuevo

John B se acercó a mirar por la ranura del contenedor y se agachó de golpe cuando alguien miró por ella. Nos quedamos en completo silencio hasta que no escuchamos nada.

Outer Banks                                                         [JJ Maybank]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora