Outer Banks [JJ Maybank]

(61)

— EMMA —

Desde el bote observamos como Pope y otro persona que no llegaba a reconocer saltaban al agua a la vez que desde lo alto del barco subían la Cruz de Santo Domingo. Esa por la cual tanto había luchado y al final había acabado perdiendo.

— ¡Pope! — exclamé al verle, tendiéndole la mano para poder subirle al bote

Sarah hacía lo mismo con la otra chica, de la cual no tenía de idea de quien era.

— ¡Hostia puta, Cleo! — exclamó mi hermana

— ¿La conoces? — 

— Es la chica que nos ayudó en las Bahamas, esa de la que os hablamos — me explicó Sarah rápidamente

— Dios mío — balbuceé abrazando a Pope con alegría — ¿Y J. y Kie? — pregunté alarmada

— Creía que estaban con vosotros — dijo Pope

— Tenemos que encontrarlos —

— Antes estaban al otro lado del barco — decía Cleo

En seguida John B comenzó a darle la vuelta al barco hasta que, de pronto, escuchamos los gritos desesperados de Kie pidiendo ayuda.

— ¡JJ! — exclamé cuando vi a Kie cargando con un cuerpo que enseguida reconocí que era el de mi novio — ¡No! ¡Por favor! ¡No! —

Pope y John B subieron a JJ y Nosotras ayudamos a Kie.

Me acerqué rápidamente a JJ mientras empezaba a intentar reanimarle.

— Nos está apuntando — dijo Pope

E inconscientemente alcé mi mirada hacía el barco y me encontré con Rafe apuntándonos desde él.

John B intentaba arrancar el bote del cual se había apagado el motor.

Escuché un disparo el cual cayó a unos cuantos metros de nosotros.

Sabía que no lo haría. No era capaz. En el fondo, no lo era. No nos dispararía. Le conocía. Le conocía de sobra como para saber que ni siquiera quería hacerlo. No quería.

— Por favor, por favor, por favor — supliqué en murmuros mientras mis lágrimas recorrían mis mejillas sin control

Entonces vi como bajaba el arma y se quedaba observándonos sin hacer nada.

— Por favor, JJ — escuché sollozar a Kie a mis espaldas

Me arrodillé de nuevo a su lado e intenté reafirmado de todas las maneras posibles. Empecé con comprensiones y cuando vi que seguía sin despertarse las intercalé con el boca a boca.

Supliqué entre medias a todos los santos mientras mis lágrimas seguían saliendo sin control. Grité, lloré, me enfadé... le necesitaba conmigo. Necesitaba que ver sus ojos azules, esos que con tan solo una mirada sepa que está bien y que ha sido solo un susto.

— JJ, por favor. No me dejes. Por favor. Por favor —

Entonces escupió un poco de agua. Y enseguida le pusimos boca abajo para que la echara toda.

— Dios mío — balbuceé sintiendo que me desmayaría en cualquier momento

— Has vuelto a la vida. Menos mal que tienes una buena enfermera — bromeaba Pope

JJ me miró con los ojos entrecerrados por el sol que le daba de lleno. Sonreí con dificultad y murmuré un ligero: "Hola". Éste sonrió muchas más que yo mientras pasaba su pulgar quitando algunas lágrimas de mi rostro y soltó un: "Hola" que iba acompañado de una nota pícara. Reí ahora con ganas mientras miraba al chico con el que quería pasar el resto de mi vida y el cual casi pierdo.