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JJ MAYBANK.

Nos levantamos pronto para coger a Twinkie e ir a casa de no se qué profesor.

— Cuéntamelo otra vez — le pedí

— Vale, justo ahí — me señaló un punto en un mapa mundi, que habíamos encontrado en el despacho de Big John — Es adonde lo llevan. Al emplazamiento del ídolo —

— Has señalado a Sudamérica, lo sabes, ¿no? —

— Sip — me miró de reojo para volver la vista a la carretera

— ¿Y ya está? ¿Algún lugar de Sudamérica? —

— Por eso venimos a casa del profesor. El estuvo ahí —

— Vale. Menos mal que tenemos el mapa — intenté sonar positivo, hasta que caí — ¡Un momento! ¿Vamos a una casa donde hay un cadáver? ¿Es ahí donde vamos? —

— Sip —

— Si aparece la poli, ¿sabes qué va a parecer? —

— Sip —

— Vale, solo me aseguraba — miré por la ventana nervioso — Pues que sea rapidito. Entrar y salir —

Aparcó justo enfrente de la casa y entramos sigilosamente en ella.

— El cadáver no está — dijo John B — Sowell estaba aquí —

— Y Sowell era... —

— El profesor —

— Vale. Ya sé qué ha pasado. Han estado aquí, John B. Han limpiado y descontaminado toda la casa. Ya no quedará nada —

— Puede que haya algo —

— Vale. ¿Qué estamos buscando? —

— Lo que sea de excavaciones arqueológicas —

— Ah, así es mucho más fácil — ironicé

— No sé qué decir —

— Vale, venga — comenzamos a buscar en cajones, por la mesa, suelo... — ¡Espera, eh! No dejes tus huellas, macho — saqué un pañuelo de mi bolsillo y limpie todo lo que había tocado — Es la escena de un crimen —

» Mira, ¿sabes qué? Voy a ir a mirar a la cocina — decidí — Nadie mira nunca la nevera —

— Sí, ve a mirar —

Se me iluminaron los ojos, y no solo por la luz de la nevera. Había un tupper llenó de pollo en salsa que se pondríamos malo si no se comía en este mismo momento.

La comida no se tira.

— JJ — me llamó Jonh B — ¡JJ! — repitió y me asomé — ¿Picando algo o qué? ¿Qué haces? — me inquirió acercándose

— Me siento muy juzgado ahora mismo — me defendí

— Claro —

— ¿Vale? Ahí hay un pollo entero que se pondrá malo. No puede ser. Y tampoco es que lo esté robando. Nadie se lo comerá, así que aprovecho los nutrientes del pollo —

No sé si intentaba convencerle a él o a mí mismo.

— Y así cojo energía, ¿vale? — continué — Hace que no como... —

— JJ, oye — me llamó

— ¿Has encontrado algo? — le pregunté

— Sí — me acerqué a él dandole un mordisco a una alita — Expedición local va a Sudamérica — me mostró un recorte de periódico

Outer Banks                                                         [JJ Maybank]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora