Outer Banks [JJ Maybank]

(69)

EMMA CAMERON.

La camioneta se detuvo cerca de la costa y enseguida me separé del cuerpo de Rafe para poder bajarnos de ella.

— Vamos, ahí tengo el barco — me decía éste señalando el puerto — Quítate los zapatos — me mandó cuando llegamos a él — Debería haber suficiente gasolina para llegar a Santa Lucía — decía Rafe quitando la cuerda que mantenía al barco atado al muelle — Venga, sube — me dijo caminando hacía el timón — ¡Kay! — me miró con el ceño fruncido

— ¿Me la vas a jugar si subo? — le miré seria

Aunque deseaba que así fuera, no me fiaba de él ni un pelo.

— No te la voy a jugar. Te estoy haciendo un favor. ¿Quieres volver con Singh o quieres estar a salvo? — me preguntó sin apartar la mirada de la mía — ¿Me ayudas con el nudo? —

Me quité las botas y subí al barco si rechistar más. Dejé mi calzado a un lado y supe que era mi momento.

— ¡No puedo! — le dije sin apenas haber tocado la cuerda

— ¿Qué? —

— ¡No puedo! ¡Necesito ayuda! —

— ¿Tengo que hacerlo yo todo? — le escuché murmurar mientras se acercaba

— ¡Te he escuchado! —

Éste me regaló una sonrisa ladina mientras pasaba al otro lado de la barandilla del barco. Deshizo el nudo y, antes de que pudiera volver a entrar al barco le empujé. Le empujé con todas mis fuerzas para que cayera al agua.

Corrí hacía el timón ignorando los gritos de Rafe.

— ¡Kay! ¡Eh! ¿¡Qué haces!? —

— ¡Tengo que ayudar a mis amigos! — di marcha atrás mientras el barco se alejaba del muelle

— ¡No sabes lo que haces! ¡Eh! ¡Joder! ¡Te encontraré, Emma! ¡Te encontraré! — gritaba como loco — ¡Emma, te vas a arrepentir de esto! ¡Emma! ¡Te vas a enterar! —

Saqué el móvil para comenzar con la segunda fase: contactar con mis amigos y volver a casa sanos y salvos.

JJ MAYBANK.

Intentaba pegar una cabezadita sobre uno de los bloques de paja cuando un mensaje llegó al teléfono de Jimmy. ¿Quién coño le escribía? Fruncí el ceño mientras miraba la pantalla.

🔘 FENTON

Quedamos en @pin 18:15 P4L

— Eh, chicos — me incorporé — Despertad. Me he llegado algo — les leí el mensaje y John B quitó el móvil de las manos confuso

— ¿Y se supone que es Emma? — cuestionaba Sarah

— Podría ser una trampa. Así nos embaucó la última vez — decía Pope

— Sabe lo del móvil, y no puede rastrearlo... —

— ¡Vamos ahí y bam! Ya nos tiene —

— ¿Qué tontos sois cuando queréis? — decía Cleo

— ¿Perdona? —

— Cuando pillas mucho, tiemblas hasta cuando te quieren ayudar. P4L... Es Emma, tíos — nos recalcó la última parte del mensaje — Jamás lo enviaría como cebo. Antes la matan. Hay que ayudarla. Vamos, tíos — no nos movimos — Aquí estáis sentados, acojonados — me devolvió el móvil — Vamos, tíos —

— No sé, tío... podría ser una trampa — insistía Pope

— Es la única opción — me levanté rápidamente