Outer Banks [JJ Maybank]

(7)

Emma Cameron.

   Después de todo el incidente que sucedió hace unas horas antes, decidimos seguir pensando en lo de Redfield y yo en mi mente seguía pensando que no era ningún anagrama. Me sonaba de algo. Y que quizás habría que buscar algo relacionado con Redfield.

   — chicos sigo pensando que deberíamos buscar algo sobre Redfield. No palabras parecidas, sino información sobre eso — intervine mientras me cansaba de escucharles decir un montón de palabras al azar y que la mayoría eran inventadas

   — ya te dije antes, Emma, que no podía ser Redfield tal cual — me decía Pope

   — ¿por qué no? —

   — porque... — le interrumpió John

   — espera. Emma tiene razón, podría ser directamente la familia no cosa relacionadas —

   — vale, ¿y qué quieres buscar concretamente? — me preguntó

   — podríamos ir al faro — propusó John

   Después de estar un rato intentando convencer a JJ, Pope y Ki, entre John y yo, conseguimos que aceptaran ir al faro a buscar información. Así que sin esperar más nos subimos los cinco a la furgo y comenzamos el viaje.

***

   — es obvio, ¿no? — decía John mirando a Pope que seguía no muy seguro contemplando la brújula — ¿qué mejor que una reliquia familiar para un mensaje? Sabía que me llegaría —

   — sí, puede puede ser — le daba la razón Ki desde el asiento de copiloto

   — también puede ser que te inventes teorías locas, para lidiar con tu tristeza — le decía el moreno

   — ¿sabes cómo lidio con la tristeza? — nos decía JJ

   — sorpréndenos — le dije apoyando acomodándome sobre su regazo. Llevaba todo el viaje así y no parecía que le molestara. De echo de vez en cuando jugaba con mi pelo y también me había echo un par de trenzas, las cuales se habían desecho por no tener un coletero. Pero le habían salido bien

   — fumándome un buen troncho... — le interrumpía John volviendo al tema inicial

   — no son teorías raras —

   — yo quiero un troncho de esos — le dije alzando mi mano para acariciarle la mandíbula

   — esté bajo la mirada y me sonrió — ¿compartimos? — asentí

   Llevaba cayado durante todo el viaje, no sabía por qué. Pero lo había estado y eso sí que es algo de lo que preocuparse. ¿JJ callado? Sálvese quien pueda.

   El rubio terminó de enrollar un cigarrillo y le dio la primera calada para después pasármelo.

   —... no necesito que me hagáis terapia, ¿vale? No estoy desbarrando — dijo John con la mirada fija en la carretera

   — no pasa nada, tío — le decía JJ

   — mi padre ha desaparecido, ¿vale? Desaparecido... no sabéis que es que un ser querido desaparezca y no tener ni idea de cómo. Me levanto pensando en ellos cada mañana —

   — hace casi un año ya — le decía Ki ganándose un almohadazo de mi parte

   — oye, igual lo han secuestrado. ¿Por qué no? —

   — es otra opción — le apoyé

   — sí, igual lo está interrogando la KGB en un submarino — continuaba Pope