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EMMA CAMERON.

Sarah se pasó medio viaje curando a Ward. Yo me tiré medio viaje pensando en sí echarle en cara el porqué no me dijo que era adoptada.

— Gracias — agradeció a Sarah cuando terminó de curarle. Ésta volvió a su asiento y Ward miró a John B — John... Gracias a ti también. Sé que no lo creerás, pero... —

— Es difícil creerte — espeté

— Emma... —

— ¿Por qué no me llamas Paola? —

— ¿Qu-Qué? ¿De qué me hablas? —

Se puso pálido, rígido como un palo de fregona, nervioso.

— ¿Cómo puedes tener la poca vergüenza de seguir mintiendo? —

— Cariño, no sé de qué me hablas —

— Llevas siendo un mentiroso toda tu puta vida, no sé porqué esperaba que me dijeras ahora la verdad

— Emma, ¿de qué cojones hablas? — me preguntó Sarah

— Soy adoptada, Sarah. Nací seis días antes que tu en España —

— Joder... — balbuceó Ward

— Ahora sí sabes de que te hablo, ¿no? — apoyé mis antebrazos sobre mis rodillas

— Te lo puedo explicar... —

— Adelante. Explícate —

Esperé en silencio a que dejará de balbucear, de abrir y cerrar la boca como si fuera retrasado, de mirar a todas lados menos a mí.

— En tu nacimiento, Sarah, venían dos niños. Eso es cierto. Pero una de ellas nació muerta — se le rompió un poco la voz — Tu madre madre estaba inconsciente por lo que no se dio cuenta hasta que despertó, para ese momento yo ya había contactado con un amiga en una agencia de adopción europea para adoptar a una niña que se pareciera a ti y tu madre nunca se enterara de lo ocurrido

» Tenía depresión. La acarreaba desde hacía un par de años, tras el nacimiento de Rafe: depresión post-parto que se desarrolló en otra más grave de la que no era capaz de salir. Enterarse de que una de tus hijas, que habías llevado nueve meses dentro de ti y conocerlas era tu mayor fuente de motivación para no desfallecer, había nacido muerta era lo último que necesitaba para hundirse en la miseria; y yo la amaba demasiado como para que eso pasara.

» Le dijimos a tu madre que la otra bebé estaba en la incubadora y la prohibieron pasar a verla, claramente porque no había bebé. Hice un viaje exprés a España, aún estando tu madre en el hospital, firmé y te traje conmigo — me miró con los ojos llorosos

— O sea que soy un paquete de Amazon — asentí procesando la información recibida — De puta madre

— Eres mi hija, Emma... —

— No, no te confundas — le corté — En pocos momentos has sido un padre. Ni para Rafe, ni para Sarah, ni Wheezie, ni mucho menos para mi. O sea que eso de: "eres mi hija, te quiero, eres lo más bonito que tengo" puedes ahorrártelo —

— Em... —

— Deja de usar ese diminutivo cariño y ese tono paternal, no te sale —

— No podía decírtelo, podría arruinar el plan... —

— ¡Ahora soy un puto plan! — me levanté furiosa del asiento

— No, cariño, no he querido decir eso... — boqueó — Sí te lo contaba, a cualquier de vosotros — miró a Sarah y debió pensar en Rafe y Wheezie —, corría el riesgo de que vuestra madre se enterara y la hundiríamos. No podía permitir eso —

— Eso no hace que me sienta mejor —

— Lo sé, Em... — esperó unos segundos para ver si le decía algo pero tenía tantas emociones en el cuerpo que no podía ni moverme — Y siento no habértelo dicho pero verdaderamente te quiero, eres lo más bonito que tengo junto a tus hermanos. Te he criado, he visto dar tus primeros pasos. Eres mi hija, Emma —

Una lágrima cayó por mi mejilla derecha pero no de emoción sino de rabia, de impotencia de que, ni en un momento así era capaz de decir la verdad.

— Tu nunca me has criado. Me apañé como pude hasta que conocí a Big John, el fue el que me crió y por eso estoy haciendo este viaje. Para devolverle el favor de ser el padre que nunca tuve, así que no te atrevas a volver a decir que me has criado —

Me di la vuelta y me metí en el baño mientras rompía a llorar y me daba rabia. Muchísima. Porque no quería proporcionarle el placer de verme sufrir, menos por él. Ward había sido la persona que más daño que mas daño me ha hecho en la vida y no quería entregarle el triunfo de hacer sufrir aún más después de tantos años.

— Está dormido — decía Pope horas después

— Bien. Tres Rocas, ahí dijo Neville que encontraríamos al tipo — decía JB viendo como llegábamos a Venezuela — Sola, el sitio arqueológico. Creo que ahí llevan a mi padre — sacó un mapa de su bolsillo — Neville me lo dio. Dijo que estaría aquí —

Alcé las cejas flipando como nunca. Le quité el mapa de las manos y lo observé. Parecía el típico mapa que te hacían tus padres por tu cumpleaños para que encontraras un regalo.

— ¿Este es el mapa que seguimos? — le cuestioné

— Es el único que ha estado ahí —

No me jodas — le entregué el mapa a Pope

— Parece poco fiable — decía Sarah

— He estado en pueblo fluviales como este. Son peligrosos — nos comentaba Cleo mirando por la ventanilla a su lado —

— Tranquilo — le dijo Pope a John B — Hallaremos a Singh, rescataremos a tu padre y encontraremos El Dorado. Es fácil —

— ¿Segura que no sabe nada? — le preguntó JB a Sarah mirando a Ward

— No por mí

— Primero debemos encontrar a un tal José y luego ir río arriba —

JJ MAYBANK.

— Aterrizaremos a unas horas de Tres Rocas en una granja — le decía a Kie mientras le mostraba un mapa — Aquí —

— ¿Un par de horas? —

— Mike dice que hay un autobús al pueblo que deberíamos poder tomar —

— JJ, ¿y si no están ahí? —

— Si no están ahí... — lo pensé unos segundos pero no quise ser negativo — Vacaciones gratis. Estamos en una aventura. Vamos — sonrió y eso ya fue una victoria para mi 

Outer Banks                                                         [JJ Maybank]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora