Capítulo 4 🔥

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Amarse a sí mismo es el comienzo de una aventura que dura toda la vida. 

Oscar Wilde

 Narra Rose

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 Narra Rose.

Después de que Ian y Liam se van de casa luego de comer, los niños han subido a sus habitaciones para realizar sus tareas y ya yo he ayudado a Rocio a recoger todo. Estoy terminando de colocar el paño de la cocina en sus sitio cuando siento unos brazos rodearme. Sonrío reconociendo el perfume de Marcus.

—Te tengo un regalo —susurra en mi oído. Veo a Rocío que sale de la cocina sonriendo cómplice. ¿Qué se traen estos dos?

—¿Te incluye a ti sin ropa sobre mí? —pregunto seductora. Lo escucho gruñir.

—Joder, la mia regina, si sigues haciendo comentarios como ese, no te daré tu regalo y te llevaré arriba para hundirme en ti hasta saciarnos —declara. Suspiro. Quiero eso. 

¿Quién necesita regalos cuando lo tengo a él?

—Estarías eternamente en mi interior porque nunca me saciaría de ti —sentencio. Marcus me da vuelta, presionando mi cuerpo contra la encimera de la cocina. Su mano toma la mía y coloca ambas sobre su bulto. Jadeo.

—¿Ves lo que haces? —reclama, pero en sus ojos veo el infierno arder de ansias.

—Puedo encargarme —propongo. Marcus vuelve a gruñir.

—¿Aquí? —replica. Muerdo mi labio para no reír, aunque siento las mejillas calentarse—. Pueden bajar los niños —argumenta. Me encojo de hombros. Sé que pueden hacerlo, pero de pronto me han dado muchas ganas de hacerlo aquí. Esta adrenalina que siento, hace mucho no la sentía.

—Si empezamos desde ahora tenemos menos posibilidades de que ellos bajen. Acaban de subir —le recuerdo.

—Rose —advierte. Sin tiempo que perder, me arrodillo y saco de su pantalón con dedos ágiles, su miembro.

—Mi rey —digo coqueta sin despegar sus ojos de los míos. Marcus cierra los suyos cuando paseo mi lengua por toda la punta.

Sonrío antes de introducirlo por completo en mi boca. Marcus coloca una mano sobre mi cabello, impulsándome aún más adentro, si es eso posible. Me deleito chupando y lamiendo sin dejar de acariciar sus testículos con mis dedos. En algún momento se me escapa un jadeo que hace que su miembro palpite en mi boca, por lo que lo repito.

Marcus dice cosas en italiano que no me preocupo por entender justo ahora porque el solo escucharlo hablar en italiano me prende aún más y jadeo con más fuerza.

Sé el momento exacto en el que va a correrse por cómo crece su miembro dentro de mis labios, así que me preparo para recibirlo todo. Marcus sujeta mi cabello con ambas manos dejándome la cabeza presionada contra el final de su miembro mientras se corre dentro de mi boca. Luego de tragármelo todo, lo saco y me levanto

Per Sempre. [Completa] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora