¿Qué sería de nosotros sin el deseo ferviente de amar?
—La mia regina. —Despierto por la repetición constante de mi nombre en los labios de Marcus. Lo primero que veo son sus preciosos ojos mirarme con amor y sus sonrisa deslumbrante, alegrando mi vida entera.
—¿Llegamos? —cuestiono. Él asiente y me ayuda a levantar. En algún momento del viaje me vine a la habitación para dormir porque simplemente no podía conciliar el sueño estando sentada. Lo sé, estoy loca.
Marcus toma mi mano y así bajamos del avión, ya los empleados se han encargado de bajar nuestro equipaje y está todo afuera. No me sorprende en lo absoluto ver dos autos esperando por nosotros.
Subo en el que veo que acomodan mis maletas, entro en el asiento del copiloto y bostezo. Estoy muriendo de sueño. Los niños decidieron irse en el auto de Ian con Selene para ir todos con Liam. Marcus sube en el asiento del conductor y ríe al verme bostezar de nuevo.
—Mi reina, sé que estás cansada del viaje, pero tenemos que ver a los demás en unas cuantas horas. Puedes dormir una y luego ya estar lista. ¿O prefieres posponer la comida para mañana? —Niego con la cabeza.
—Estaré lista. Solo debo dormir un poco más y ya —digo. He dormido mucho, pero quién sabe porqué tengo tanto sueño.
—Está bien. —Es todo lo que dice y comienza a conducir. Me mantengo despierta viendo los edificios de Orlando. La verdad es la primera vez que vengo a esta ciudad. Hemos venido a Estados Unidos antes, pero siempre ha sido a New York en Navidad o a Las Vegas cuando fuimos para hacer el cumpleaños de Ian ahí el año pasado.
Llegamos al hotel y abro los ojos mirando a Marcus al notar que nos quedaremos en un Walt Disney Resort World, según lo que leo, y claro, toda la vista. Puedo imaginar a los niños gritando en el carro de Ian al ver todo.
—Se merecen lo mejor —dice Marcus al sentir mi mirada sobre él. Suspiro.
¿Qué me sorprende? Su fortuna crece diariamente. Cada día los niños son más ricos que lo que eran hace dos días. No lo sé, supongo que a mí me costó tanto tener mis cosas que ahora que Marcus e Ian pueden darnos todo de buenas a primera, me siento extraña. A pesar de ya tener tanto tiempo conociéndolos.
—¿Mis mujeres se quedarán también acá? —inquiero.
—Todos reservamos en el mismo sitio. Lo de tu familia, Rocío y Luisana corre por mi cuenta. Yo los invité, yo pago —declara. Alzo ambas cejas.
—¿Y con quién van a quedarse los niños? —pregunto ahora. Mi cerebro va a mil por segundo. Normalmente nos turnamos a los niños cuando viajamos.
—Tendrán una habitación especial para ellos —explica. Ahora mis cejas casi tocan el inicio de mi cabello.
—¿Dormirán solos? —replico. Marcus asiente.
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Per Sempre. [Completa]
RomanceLa tercera y última entrega de la trilogía Lombardi está aquí para revelar lo que ha sido de la vida de todos. Han pasado ya 10 años desde el final del primer libro... ¿Cómo va la vida de todos los involucrados en ese final? ¿Qué ha pasado con las d...