Capítulo 19🔥

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Yo soy la vida que ya tengo. Tú eres la vida que me falta.

Ha pasado una semana desde que le dije a Arianna sobre mi sospecha

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Ha pasado una semana desde que le dije a Arianna sobre mi sospecha. No he querido ir al medico a hacerme un examen porque realmente estoy aterrada de que salga positivo y vuelva a perderlo. Los últimos tres embarazos han sido terrible. No resistiría estar embarazada de nuevo y volver a perderlo. No sé qué hay de malo con mi cuerpo y porqué simplemente no puedo tener un embarazo tranquilo como con los mellizos. 

Pero el primer intento que tuve con Marcus, resultó ser un embarazo ectópico. Luego el segundo no se estaba formando de manera correcta y tuvieron que sacármelo. El tercer fue el peor de todos porque ya tenía tres meses de embarazo y no lo sabía, por lo que me puse a jugar con Ian mientras lavábamos los autos y me resbalé. Él se culpó por la muerte del bebé mucho tiempo. De eso ya han pasado dos años. Desde ese entonces comencé a cuidarme para no volver a perder un hijo, pero no entiendo porqué ahora tengo la sospecha. Algo debe estar pasando y yo estoy confundida.

Creo que lo mejor será ir al medico para salir de dudas, pero tengo tanto miedo. No quiero ir sola ni quiero decirle a Rocio porque ella no es buena guardando este tipo de secreto y sé que andará con una cara más alegre que de costumbre, atraerá la atención y un día, mientras comamos, no va a aguantarse y va a gritarlo. Eso en caso de que sí esté embarazada, por supuesto.

Hoy he decido buscar yo a mis hijos. Ya es hora de que vuelva a dar la cara en el colegio y demostrarles que no me han derrotado. En lo absoluto. Así que por eso, me encuentro mirándome por última vez en el espejo, buscando algún indicio de embarazo, pero no, nada de nada. Todo sigue igual que siempre. 

—¿Rose? —Parpadeo varias veces al escuchar mi nombre en los labios de Rocío. Giro mi rostro del espejo y la miro.

—¿Qué sucede? —cuestiono.

—¿Estás bien? —insiste. Suspiro—. Rose, la verdad quiero hablar contigo sobre lo que pasó la semana anterior con lo de los muebles —dice. Niego con la cabeza.

—No es necesario, Rocío. Sé que exageré. Ese día amanecí extraña. Ya pasó —resuelvo. Rocío suspira lento.

—¿Estás segura? —Asiento sin dudar. Dejo la copa de vino en su sitio, sin probarla. Es algo que he hecho desde la semana pasada, me sirvo una copa y simplemente no me la bebo. No puedo hacerlo sabiendo que posiblemente esté embarazada.

Salgo de la casa tomando las llaves del auto nuevo, cuando llego a la salida, me mareo al recibir el sol de frente en la cara. Me sostengo de la puerta, tomando varias respiraciones para calmarme.

—¿Estás bien? —Alzo la cabeza y encuentro a Ian con Selene a unos pasos de mí. Asiento.

—Lo siento, solo olvidé desayunar —miento. Ambos asienten—. Iré a buscar a los niños —les cuento y comienzo a caminar de nuevo al auto.

Per Sempre. [Completa] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora