El amor verdadero es cuando alguien acepta tu pasado sin juzgarte, tu presente sin cambiarte y tu futuro sin limitarte.
Narra Rose.
Por fin nos han dado a Jordy de alta, ya con las indicaciones del doctor y demás. Marcus se fue a primera hora de la mañana y acaba de llegar con una nueva camioneta, una minivans de color plata. Tiene suficiente espacio para la silla de ruedas que ya hemos comprado y sobra espacio para que todos estemos cómodos.
Ian ayuda a su padre a subir a Jordy mientras que él protesta asegurando que no está invalido. Mi hijo es demasiado necio e independiente. Sobre todo necio.
¿A quién habrá salido?
Hoy es oficialmente 30 de Mayo, día del cumpleaños de mi amado esposo, y aunque sé que acabamos de salir de un gran susto con Jordy, no pienso dejar pasar su cumpleaños número 50 por debajo de la mesa, así que he organizado con los tíos de Ian una celebración sorpresa tanto para Marcus por su cumpleaños como para Jordy para que sienta el apoyo de su familia en todo momento.
Ni Ian ni Selene, mucho menos Marcus saben algo, por lo que me toca inventarme algo para retrasar nuestra llegada a casa porque Leonardo me ha advertido que aún le faltan unas cosas.
—Mi rey, ¿podemos hacer una parada antes? —cuestiono acariciando el cabello de Marcus, ya estando sentados con rumbo a la casa. Ian se ha llevado el auto de Marcus mientras que Selene conduce el de Ian.
—Por supuesto, la mia regina. ¿A dónde? —cuestiona. Pongo todo mi cerebro a trabajar para pensar en una idea que decir ahora.
Solo dije lo que se suponía debía decir, pero, ¿ahora qué?
Piensa, Rose, piensa. De seguro debe faltarte algo en casa...
¿Helado? No.
¿Coca-Cola? Menos.
¿Medicina para Jordy? Acabamos de comprarla.
Estoy por bufar cuando una idea llega a mi mente.
—Debo comprar tampones —suelto. Jordy ríe desde atrás. Lo miro mal—. Las mujeres debemos usarlo, no juzguéis —me quejo. Intensifica su risa, contagiándonos a nosotros. Marcus asiente y gira a la izquierda.
Después de unos cuantos minutos, Marcus estaciona el auto frente a una farmacia, bajo rapido y camino hasta ella. Una vez adentro, marco el número de Leonardo para ver si ya todo está listo. Al segundo tono contesta.
—Dime que ya todo está listo. No sé qué más inventar para retenerlo —confieso. Leonardo ríe. ¿Es que acaso todos piensan reírse de mí hoy?
—Ya pueden venir, Rose. Lo único que está faltando y que no veo, es el pastel de cumpleaños. Tú lo hiciste ¿cierto? —Golpeo mi rostro con mi mano derecha. ¿Cómo pude olvidarlo?—. Lo olvidaste —declara Leonardo al otro lado de la línea. Suspiro.
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Per Sempre. [Completa]
RomanceLa tercera y última entrega de la trilogía Lombardi está aquí para revelar lo que ha sido de la vida de todos. Han pasado ya 10 años desde el final del primer libro... ¿Cómo va la vida de todos los involucrados en ese final? ¿Qué ha pasado con las d...