Per Sempre. [Completa]

Capítulo 22🔥

No es la sangre lo que te hace familia, es la elección de que la vida de alguien más te importe tanto como la tuya.

Aixa de Alsina.

Ya es hora de la cena. Estoy ansiosa de poder ver de nuevo a toda mi familia. Ya no sólo son mis mujeres y los Lombardi, ahora tengo una familia inmensa que nos amo mucho. Extraño tanto a Arianna y Rodolfo. A todos, en realidad.

—Sei bellissima, mia regina —dice Marcus, llegando hasta a mí y colocando su mano en mi cintura. Ahí voy yo a sonrojarme. Estúpido que me acaba de hacer de todo en cada parte de esta habitación y yo voy a sonrojarme por un halago.

Llevo puesto un vestido ajustado, hasta la rodilla, con una pierna descubierta y es de tirantes finos. Es sencillo, lo único llamativo como tal es el color. Es de un color morado intenso un tanto brillante. Además, claro, que el ir tomada de la mano de Marcus ya me hace llamativa. Él va vestido de traje y con una camisa muy similar al color de mi vestido, solo que un poco más clara, pero de todas forma él es elegancia y sensualidad a simple vista. Él nos hace visible.

—Anche tu sei divino, mio re —declaro convencida de mis palabras. Sonríe y deja un beso sobre mis labios ya que no puede besarme o se me caería el labial. Aunque, ¿a quién le importa el labial?

Salimos tomados de la mano y nos encontramos con Selene e Ian frente a la habitación de los niños. Tocamos dos veces y es Liam quien abre. Él está usando un hermoso smoking que me deja más enamorada todavía.

—Zoe se tarda mucho —se queja al dejarnos entrar. Sonreímos y vemos a Jordy peinando a su hermana que está sentada en la cama con las piernas cruzadas encima del colchón y usando un vestido tipo princesa.

—No es cierto. Ustedes se tardaron siglos bañándose —se defiende ella. Jordy me mira pidiendo ayuda con la mirada y yo sonrío antes de caminar hasta él y tomar el peine.

—No importa. Aún tenemos unos minutos antes de la cena y todos se ven preciosos. ¿Qué quieres que te haga, mi amor? —le pregunto, siguiendo desenredando su cabello.

—Lo quiero suelto, mami. ¿Puedes hacer solo dos trenzas y ya? —pide amablemente. Asiento aunque ella está de espaldas a mí y comienzo a hacerle lo que me pidió. Termino rápido y se levanta, se calza sus bailarinas y se ve preciosa.

Como todo padre orgulloso y enamorado, decidimos fotografiar a los niños. Se ven preciosos mis dos hombresitos vistiendo smoking y mi niña usando un vestidito de princesa. Ella es su princesa y ellos sus príncipes. Preciosos.

Instintivamente me llevo la mano a mi vientre. ¿Y si de verdad estoy embarazada? ¿Cómo tomarán los niños al nuevo bebé? Me he cuestionado eso ya cuatro veces. Los tres embarazos anteriores y ahora. Aunque la tercera vez fue en vano porque ya lo había perdido.

Cuando llegó Liam a la vida de los mellizos fue fácil. Los mellizos rebosaban felicidad por doquier. Se peleaban para cargarlo. Se dormían en casa de Ian siempre porque querían estar con su hermano. Pero los mellizos eran pequeños, tres años tenían en ese entonces. Supongo que ahora que son más grandes, es más fácil aún, ¿no? La cosa es que como todo lo extraño conmigo, un hijo con Marcus sería algo así como su hermano al mismo tiempo que su tío. ¡Joder!