SOLO UN POCO MAYOR

♡ Cap. No. 10 ♡

Zee abrió la puerta y esperó a que Saint entrara, antes que él.

-Que caballeroso.

-Tu tan sarcástico como siempre.-Zee le dio un golpe en la frente.

-Opino que vamos a perder tiempo de estudio.-Saint se sentó.

-Oh, ¿tienes algo más que hacer después del estudio?-Dijo en tono burlón.

-Tal vez.-No.

-¿Si? Es decir, no te suelo ver con amigos. ¿Tienes amigos acaso?

"¿No te suelo ver?" ¿por qué debería de verme?

-¿Me espías o que? Y para tu información: si tengo amigos.

-Oh, bien, eso es bueno.

La camarera llegó, mientras Zee indicaba su lo que comerian, Saint lo observó.

El pelinegro había ignorado completamente la pregunta que el castaño le había hecho.

Saint frunció el ceño.

Cuando Zee agradeció a la chica y ésta le devolvía el gesto, el castaño se acercó un poco.

-¿Y bien? ¿Por qué decías eso?

-¿El qué?-El mayor se hizo el tonto y empezó a darle vueltas a un tenedor.

-De que no me has visto con amigos.

-Mmm... Obvio no te espío.

-¿Entonces?

Zee suspiró.

-Creo que te olvidas un pequeño dato.

-¿Cuál?

-Yo te conozco desde que naciste, te he visto crecer hasta ahora. ¿Como es eso que te voy a espiar? Tampoco tengo tiempo para perderlo en ti, mocoso. Tengo muchísimas cosas más que hacer.

-¿Por qué me tratas así?

-¿Así como?-Zee lo miró.

-Así, tus comentarios...

-No he dicho nada.

-Eres duro.

-Esto no es nada.-Le sonrió.-No seas tan llorón. Sé más fuerte como tu hermano Billy. Iguales pero diferente. Que ironía.

Saint se levantó con fuerza, haciendo sonar fuertemente la silla.

Que lo comparara con su hermano era el límite.

-Y tú no seas tan imbécil.- dijo antes de salir rápido del restaurante.

Zee se pasó las manos por la cara. Que infantil murmuro.

El pelinegro se levantó y habló desde la barra.-Ponlo para llevar. Aquí dejo el dinero.

Salió corriendo detrás del menor.

-Eh, eh. Saint -Dijo alcanzándolo, lo agarro del brazo.

Saint intentó soltarse del agarre, pero Zee no se lo permitió.

El menor no lo miró.

-Hey, Saint perdona si te he ofendido.

Zee acuno su rostro y lo giro, asi poder ver sus ojos.

-Tal vez me pasé.

Zee estaba seguro que no había dicho nada "doloroso" y el menor había exagerado.

-No se para que me invitas si me vas a hablar así. Como si me odiaras.-Saint miraba los hermosos ojos del mayor.

-No te odio.

-Das a enterder que si.

El pelinegro apretó el agarre en el rostro de Saint.

-Sobre lo de Billy, he aquí una diferencia bonita y buena: Tus ojos son más hermosos.-Movió su pulgar en él mejilla del menor, dando pequeñas caricias.

El pelinegro se dio cuenta y se detuvo.

<Eso fue extraño, pensaba Zee.>

Saint intentó no sonreír.

-Aunque tus ojos se parecen a los de Joss.-Zee hizo una mueca.

Saint sonrió.

Zee se sentía bien. Había logrado que el menor dibujara una sonrisa en su rostro.

-¿Vamos a comer a casa? No  regreso ahi adentro después del espectáculo que hiciste.-Bajó una mano hacia el brazo del menor.

Saint no lo había perdonado, pero asintió.

También estaba de acuerdo en no volver.
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