♡ Cap. No. 19 ♡

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Zee había llegado cinco minutos antes, quería sorprender al niño.

—Hola familia.—Zee saludó cuando la puerta se abrió.

Luke rodó los ojos.

—¿Qué tal, amor?—Zee hizo el amago de besarlo.

—¿No te cansas de hacer siempre la misma broma?—Soltó aburrido Luke.

—No... Es divertido ver tu cara y la de Joss. Aunque ahora mi esposito no está.—Dijo mirando alrededor.

Zee se dirigió a las gradas iba directo a la habitación de su alumno.

—Aún no ha llegado.—Luke interrumpió mientras el pelinegro baja del escalón.—Por eso Joss no está, ha ido por ellos.

Zee pensó por un momento.—Creo que ahora yo iré por él, así no pierdo tanto tiempo.—Propuso dirigiéndose a la puerta.

—Vendrán en unos minutos. Espéralo en la sala.—A Luke no le agradaba tanto Zee, pero tenía que ser amable.

—Nah, tengo una idea para que se le pase el enfado de ayer. Ahora vuelvo.—Sonrió cerrando la puerta.

—¿Enfado?—Luke se cuestionó qué había ocurrido.

Zee se fue silbando a su coche.

Condujo a una pastelería cercana.

Entro vio una chica apoyada en el mostrador pasando páginas de una revista con el rostro aburrido y masticando un chicle de forma exagerada...

—Hola.—Llamó la atención para ser atendido.

La joven levantó la mirada. Al percatarse de que era un pelinegro lindo con ojos oscuros y en traje, se puso de pie y cambió su cara a una sonrisa coqueta.

—Bienvenido.

Zee sonrió, pero por dentro se burlaba.-Él quería soltar la frase "disimula, cariño". Pero no lo haría.

—¿Que quisiera pedir?—La chica le sonrió aun más.

—Mmm... Buscaba algo que tenga chocolate.

—Oh, tengo un mousse de esos dos sabores. Mire.

Zee vio el postre que la chica le señaló.

—Se mira bien. Démelo, por favor.

—En seguida.

Zee vio como la chica envolvía el postre.

—¿Es para usted? ¿O alguien querido?

Zee quería responder "que te importa". Pero, no lo haría.

—Sí, se podría decir que lo segundo.—Zee quería irse.

—¿Padre, madre? ¿Amigo, amiga? ¿Novia...? Preguntó dándole el postre.

Zee lo tomo y le pago.

—Para un alumno. Quédate el cambio.—Salió de la pastelería a toda prisa.

La chica quedó desconcertada. ¿Aquel pelinegro caliente era profesor? Ya quisiera que alguien como él, le diera clases.

¿Un alumno es alguien importante? ¿Favoritismo? ¿O...Interés romántico? No, no, no podía ser, dijo alumno. No alumna. Aunque... Si era chico...

< Que desperdicio.> Pensó la chica..

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SOLO UN POCO MAYORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora