♡ Extra No. 1 ♡

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Billy y Seng Esa Noche En La Fiesta.

-Estás demasiaaaaaado golpeado.

Seng se encontraba sentado en la cama de Billy, observando al chico que se miraba en el espejo.

-Te has puesto muyyy feo.-Dijo para luego reír.

-Gracias.-¿Tú estás bien?

-¿Yo? Mejor que nunca.-Una sonrisa tonta seguía posada en sus labios.-Me siento taaaan feliz, no he sido tan feliz desde hace tanto tiempo. Y me siento muyyy caliente. Tanto que es insoportable.

Billy siguió limpiándose la sangre de la ceja y el labio.

-¿Qué has bebido?

-Qué no he bebido, sería la pregunta.

Billy y Seng rieron.

-Tengo mucho calor.

Billy miro a través del espejo. Seng se estaba quitando la camisa.

Estaban llegando el verano y después de la fiesta, era normal sentirse acalorado. A no ser que...

-No me digas que has tomado algo que te dio Nick.

-¿Quién es Nick?

Era seguro que Seng había bebido lo mismo que Saint.

-No me importa.-Siguió Seng, restándole importancia.-Creo que iré a tomar aire.

Billy miró como Seng se iba sin camisa hacia la puerta.

-¿A donde crees que vas?-Cerró de nuevo la puerta, posicionándose detrás del chico.

-Acabo de decirte que voy a afuera, sordo.-Seng no se giraba, podía sentir el calor del pecho de Billy en su espalda desnuda.

Su piel estaba muy sensible, y aquel pequeño roce lo estaba matando.

-No puedes salir en ese estado.-Billy le puso seguro a la puerta.-Podría ser peligroso. Y Podrías hacer el ridículo.

Seng se encogió de hombros.

-Mejor acuéstate, deberías dormir.

-Pero tengo calor.-Murmuró.

Billy se sentía ido y ebrio, era una mala combinación.

-¿No quieres dormir conmigo? ¿Cómo la otra vez? Dormimos muy bien juntos. Y no trates de negarlo porque sé que piensas lo mismo.

Seng soltó un leve jadeo cuando la mano de Billy acarició su hombro desnudo, su pulgar masajeándo su cuello.

-Admite que te sentías muy bien y tranquilo mientras te encontrabas envuelto entre mis brazos.-Su mano se deslizó por su brazo, hasta llegar a su muñeca, dándole un pequeño apretón.

Seng se dio la vuelta, sus ojos se cruzaron con los de Billy.

-Tienes razón. Fue muy cómodo.-Seng sentía que se estaba poniendo sobrio.

SOLO UN POCO MAYORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora