♡ Cap. No. 63 ♡

334 69 16
                                    

Connor salía de la ducha cuando sonó el timbre. Se apresuró a ponerse un cómodo chándal. Realmente odiaba los trajes, los consideraba incómodos, apretados y excesivos, mas debía usarlos para dar una buena imagen y porque su trabajo lo requería.

Unos minutos después mientras se secaba el pelo la puerta del vestidor sonó.

-¿Hmm?

Bruno el mayordomo, entró en donde se encontraba.

-Ha llegado Zee, señor.

Connor le sonrió y le agradeció por avisarle.

Salió de la habitación y se encaminó hacia las gradas.

Mientras bajaba, observó a Zee de pie en su gran sala.

-¡Viniste!

Zee asintió.

-Creo que nunca me acostumbraré a venir a tu casa.-Zee metió las manos en sus bolsillos.

Connor soltó una carcajada, se acercó a su amigo y rodeó sus hombros con su brazo.

-No te hagas. Cuando eras pequeño vivías en una mansión. Sin añadir que si quisieras podrías vivir en una.

Yo no podría seria demasiado y me sentiría muy solo. Dijo Zee

-Lo que yo recuerdo, tu apartamento no es precisamente pequeño y discreto.

Zee reía fuerte.

Zee y Connor habían tenido vidas muy similares al comienzo y habían terminado con un estilo de vida distintas.

-La costumbre.-Respondió el pelinegro.

-Ajá.-Connor le sonreía divertido.-¿Vamos al bar?

Zee aceptó y se dejó llevar por su amigo hacia el pequeño bar dentro de su casa. Fácilmente se podría hacer una fiesta, había una gran barra y había todo tipo de bebidas.

-¿Qué quieres tomar?

Zee da igual, solamente quiero algo fuerte. Connor asintió y preparó algo nuevo que había estado probando hace unos días.

-Adelante, prueba.-Connor se apoyó en la barra, esperando la reacción de Zee.

Zee tomó un trago largo, su cara se arrugó en una mueca.

-Está asqueroso.-Dijo.

Connor se encogió de hombros, se agachó a coger dos cervezas y dio la vuelta a la barra, sentándose a lado de Zee.

Ambos bebieron. El silencio inundó el lugar, Connor observó a Zee pensativo, sus ojos mirando a la nada.

-Bueno,-dijo Connor.-sé que no estás bien.

Zee frunció los labios, sin mirarlo y asintió.

-Tiene que ver con el chico.-Pregunto.

"El chico". Connor esperaba que no fuera aquel chico castaño de esta mañana. El mismo que había entrado muchísimas veces en el despacho de Zee. Connor no siempre deambulaba por los pasillos, solía estar siempre en su despacho o en casa tratando otros temas de otros colegios; pero las pocas veces que había ido a saludar a Zee en el despacho que le había designado, siempre había visto a un estudiante entrar.

SOLO UN POCO MAYORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora