💍 EXTRA NO. 3 💍

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~UN AÑO DESPUES~

¡Los hijos debían planearse, según lo acordado! ¡No al año siguiente de haber zanjado la conversación!

Así que la prueba de embarazo en las manos de Saint debía estar equivocada. Las 3 pruebas debían estarlo, era un error.

Ese positivo debía salir en 4 años. No ahora.

—Mierda.—Saint dejó de mirar la prueba y se miró en el espejo.

Oh, por dios. ¿Cómo se lo diría a Zee? Seguramente se pondría demasiado feliz pero...

Que haría él, aun era joven para tener hijos.

Los planes de pedirle a Zee que se casará con él, estaban listos. Pero esto era algo inesperado.

Saint volvió a la realidad.

Se lo pediría. Le pediría que se casara con él. Y para rematarlo le daría un regalo extra de que iba a ser papá.

Estaba esperando un bebé.

La emoción de la proposición se había esfumado, cambiando por temor.

Un hijo. O una hija.

Fuera lo que fuera.-Le daba pánico.

—Llegué.

Saint se estremeció, dejo caer las 3 pruebas al piso. Salió del baño y las guardó debajo del colchón de su cama.

Aún no se lo diría, debía ser algo más emocionante.

—¿Amor?

—¡Ya bajo!

Saint se dio prisa y bajó las escaleras.

—Hola.—Saint le dio un beso.—¿Cómo fue tu día?

—Cansado, creo que prefiero a los adolescentes antes que a los universitarios.—Se desabrochó el saco y se sentó en el sofá.

Zee ahora trabajaba para la universidad de Connor, ya no el colegio.

Saint disimuladamente se toco el vientre. ¿Entonces si prefería a los niños? A Zee le gustaban los niños.

—¿Eso significa que puedes conseguir un amante en un colegio? ¿Así como paso conmigo?

Zee frunció el ceño mientras sonreía.

—¿Qué?—Sonrió.—Esa fue buena.

—Estoy siendo serio. No te rías.—Saint se molestó.

—¿Qué te pasa?—Zee se levantó y se acercó a él.

—Nada. Solo estoy sensible.—Se alejó.

Zee lo miró confundido.

—Actúas extraño.

—¿Me estás diciendo que soy raro delante del bebé?—Reprochó y se alejó.

Zee frunció más sus cejas.

—¿Qué bebé?

Saint se mordió la lengua.

—¡Yo! ¿Quién más? —Disimuló

Zee rio.

—Bebé, estás actuando muy extraño.—Se volvió a acercar a él.

—No, no. Si no te gusta como soy, vete. Y subió a la habitación.

Zee miró a Saint irse, quedándose bastante confundido. ¿Qué había sido todo eso?

Saint sonrió mientras se apoyaba en la puerta de su habitación.

SOLO UN POCO MAYORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora