SOLO UN POCO MAYOR

♡ Cap. No. 38 ♡

Al día siguiente en el colegio, Saint buscaba con la mirada a Seng.

—¿A quién buscas?—Billy  observó como los ojos miel de su reflejo, buscaban entre la multitud.

El castaño lo miró.—A un amigo. Murmuro.

—Que orgulloso estoy.—Le removió el pelo.

Billy sabía que Saint no era un marginado social, tenía compañeros con quienes hablaba, pero no eran considerados amigos. Saint no necesitaba tener amigos, no los buscaba ni los mantenía. Y verlo buscar a su amigo para Billy era genial.

Saint lo miró mal.

—Que lo digo enserio.—Caminó hacia atrás sonriendo.

Saint le sacó la lengua.

Billy solo negó, saludó a su grupito de amigos. Y se fue directamente a su clase.

Billy amaba a su hermano, pero le encantaba molestarlo. Si tan solo Saint supiera que el ojinegro cuidaba de él...

Posiblemente Saint naciera primero, lo que se podría considerar que era "el menor", pero sólo esa pequeña diferencia de tiempo hacía que Billy se sintiera el hermano mayor.

Seguramente Saint creía que su gemelo lo odiaba, tal vez mutuamente. Pero estaba plenamente equivocado. Billy adoraba a su reflejo. Y definitivamente Nadie se metería con su hermanito, Bueno aparte de el claro.

Lo defendería, porque su hermanito era lo único que le quedaría si sus padres se van algún día. Los hermanos deben apoyarse y cuidarse mutuamente.

No permitiría que le hicieran daño. 

Cuando entró a su clase vio a un pelinegro organizando la mesa del profesor.

—Tu no vas a jugar con él.—Billy murmuró al ver a Zee y se fue a sentar al fondo.

—¿Perdón?—Dijo el pelinegro aún sin levantar la mirada.

—Nada.—Billy sonrió esperando el profesor lo viera.

Zee levantó su vista al reconocer la voz. Se asustó por un instante, pensó que era Saint. Malditos gemelos. Los ojos no se distinguían a metros de distancia.

La diferencia a la distancia era que su Saint no solía sonreír de forma pícara y  desvergonzada. Y Saint no recibía las clases que daba Zee.

—Billy.—Suspiró.—Al parecer no me libre de ti.

Billy negó.

Billy quería a Zee. Era su tío favorito y podría jurar que el era su sobrino preferido.

Le gustaba ver como su hermano sonreía cuando estaba con él, pero le molestaba que estuviera triste también por el

Intuía que algo había entre ellos, lo aceptaba hasta el punto que era por la  felicidad de su hermano, pero no toleraría que le hiciera daño.

No tenía pruebas de algo concreto entre ellos, tal vez era paranoia, pero lo confirmaría.

De repente se le había ocurrido una idea. Seguramente una terrible idea que podría salir muy mal, pero que aclararía algunas cosas.