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Continuación....

Los gritos desesperados de Ari, le atravesaron el pecho como espadas, se apresuró a cruzar el pasillo hacia la habitación que le había asignado, y entró dejando la puerta  entreabierta para acercarse a la cama sin demora

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Los gritos desesperados de Ari, le atravesaron el pecho como espadas, se apresuró a cruzar el pasillo hacia la habitación que le había asignado, y entró dejando la puerta entreabierta para acercarse a la cama sin demora.

Le dolía verla echa un ovillo en la cama, llorando con todo su cuerpo temblando por la pesadilla que estaba teniendo, y gritando mientras suplicaba a alguien que se detuviera. No sabía que hacer, se acercó cuidadosamente a la cama mirándola con desesperación ¿Qué debía de hacer? Sin pensarlo una vez más, abrió las colchas de la cama, y se acostó junto a ella, acercándose lentamente, hasta sentir como sus manos tocaban su torso desnudo.

Rodeó su cuerpo con uno de sus brazos, girándola hasta que estuvo acostada sobre él, con su fría mejilla apoyada contra su pecho caliente, y sin decir nada espero hasta que su respiración se calmó.

Ari abrió los ojos lentamente, sintiendo los latidos desenfrenados del corazón de Taehyung en su oído, se llevó una de sus mano hacia sus mejillas, limpiando la humedad de las lágrimas, volvió a dejarse caer sobre él.

Estaba avergonzada, por haberlo despertado tan tarde por culpa de sus pesadillas, pero estaba tan destrozada y asustada, que no quería dejar de sentir el calor y la seguridad que él le trasmitía.

-Lo siento yo... -intentó disculparse, apartándose de él.

Pero Taehyung la detuvo, acarició su cabello, dejando que volviera a acostarse sobre él, y negó.

-Esta bien, descansa.

Ari se acurrucó nuevamente sobre su cuerpo. Taehyung acarició su espalda, jugando con los mechones de su cabello, mientras miraba el techo de la habitación. Había pasado mucho tiempo desde la última vez que había estado de esa forma con una mujer.

Miró el hermoso rostro de Ari, plácidamente dormida , y suspiró. Se sentía tan bien tenerla entre sus brazos, saber que había podido ahuyentar sus pesadillas.

-Lamento haberte despertado -susurró ella a pesar de que él le había comentado que no era necesario las disculpas.

Se enderezó, quedando sentada a horcajadas sobre él, sintiéndose cómoda en esa posición y Taehyung miró su ceño fruncido, y se enderezó, para acariciar su rostro.

-¿Qué sucede?

Ella no respondió, no quería hablar sobre la pesadilla. Así, que tan solo cerró los ojos disfrutando de la sensación de sus manos sobre sus mejillas.

-¿Ari? -llamó preocupado por su silencio

Cuando ella volvió a mirarlo, tenía los ojos llenos de lágrimas, lucía devastada.

-No llores, por favor -suplicó acercándose a sus labios.

No se atrevió a besarla, permaneció a unos milímetros de distancia, rozando levemente sus bocas mezclando sus respiraciones. La oscuridad caía sobre ella, era la primera desde hace mucho tiempo que Ari estaba sobre un hombre sin gritar o intentar alejarse, y aunque no hacían absolutamente nada, sentir sus manos acariciando su rostro significaba mucho para ella.

Atreviéndose, levantó una de sus manos apoyándola sobre el abdomen como ya había hecho una vez, y acarició su pecho como si fuera algo completamente nuevo para ella.

Taehyung bajo la mirada, viendo como sus manos lo tocaban y allí donde sus pieles se conectaban, una sensación de cosquillas lo atravesaba. Le gustaba sentirla de esa forma. Tan íntima.

-No tengas miedo -le dijo al ver que se congelaba a la altura de su ombligo-. No sucederá nada que no quieras hacer.

-Él dijo lo mismo -respondió la trigueña, dejando a Taehyung estático.

Preguntar a que se refería, no lo llevaría a ningún lado, Ari siempre se refería a él sin mencionar su nombre, y por supuesto parecía no tener planes de confesarlo cuando ese tema la atemorizaba.

-Yo no soy como él Ari.

-No puedo Taehyung, no así, no sabiendo lo que te gusta.

Él negó y volvió a sujetar su rostro, para que ella dejará de apartar la mirada.

-Si ese sigue siendo el problema, debemos de hablarlo y resolverlo.

No obtuvo respuesta, pero su silencio fue suficiente.

Se puso de pie y le ofreció una mano para que la tomara. No podía explicarle sus intenciones, si se lo decía antes de que ella tomara su mano, las posibilidades de aceptar serían nulas.

-Confía en mí, solo por está noche.

Ari, aceptó su mano y se puso de pie dejando que él la guiara por el corredor del segundo piso, hasta las escaleras que la llevaría al lugar por el que no quería caminar.

-Taehyung, no, prometiste que olvidarías esa habitación -le recordó retrocediendo con pánico.

Él se acercó sujetando su rostro.

-Y lo haré, lo olvidaré, pero necesito que me acompañes está noche.

-Y lo haré, lo olvidaré, pero necesito que me acompañes está noche

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Nos leemos pronto ◉‿◉

Inmarcesible/ KTHDonde viven las historias. Descúbrelo ahora