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Contenido adulto:

-Ari, lo que me estás pidiendo es serio

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-Ari, lo que me estás pidiendo es serio.

Ella sabía que era serio y seguramente el momento más importante para ambos, lo cambiaría todo.

Y estaba segura de que quería compartir eso con él, después de todo lo que él había hecho por ella, no podía seguir temiéndole sin motivos, había renunciado a sus extrañas prácticas sexuales por ella, se había esposado a una cama, le había cedido el control, todo por ella.

Era hora de que ella hiciera algo por él.

Era hora de confiar.

-Quiero esto -decidió, dejando que él la rodeara con sus brazos para acostarla en la cama-. Lo quiero contigo.

-Ari -susurro con ternura.

Sus labios se rozaron con lentitud, se sentía como si ese fuera el primer contacto de sus labios. Se sentía único y especial, al igual que la sensación de sus pechos tocándose entre sí mientras él se erguía sobre ella, humedeciendo sus labios con su lengua.

No supo en que momento el comenzó a besarla, yendo directo a esos puntos específicos que la hacían jadear, donde unos pantalones cubrían su ropa interior alejando esa parte tan íntima de su cuerpo y la cual había sido dañada millones de veces.

Pero ahí estaba él, dispuesto a sanar todas esas heridas.

Con sus manos de dedos largos y expertos, desabrocho el botón de su pantalón para lentamente comenzar a retirarlos por sus piernas, frotando su nariz contra su sexo con tan solo una delgada tela interponiéndose.

Con movimientos sigilosos sujetando sus delgadas piernas por las pantorrillas, flexionándolas y alzando sus caderas para retirar esa pequeña pieza que la mantenía oculta.

En cuanto la tuvo completamente desnuda, separo sus piernas, acomodándose entre ellas y observando, espantado, las dos pequeñas cicatrices que tenía en esa zona tan sensible.

Solo ella sabía las horribles cosas que le habían hecho, y seguramente solo ella lo sabría el resto de su vida.

Poso sus labios con suavidad sobre la primera cicatriz, hecha sobre uno de los labios mayores de su vagina, ella tembló bajo su cuerpo, mordiéndose el labio inferior al sentir su respiración tan cerca. Motivado, besó su otra cicatriz, un poco más arriba del lado opuesto, y separado sus labios con su lengua deslizó su boca hacia abajo, disfrutando de ese dulce sabor que acariciaba su paladar.

-Taehyung -jadeo enterrando sus manos en las sábanas.

Buscando mayor comodidad, apoyo ambas piernas sobre sus hombros y alzó sus caderas para adentrar su lengua, con ágiles movimientos.

Sus miradas conectaron con intensidad, y se negó a interrumpir esa conexión que no hacía más que incentivarlo a aumentar la presión de su lengua. Admiró el rostro de esa hermosa mujer, y disfrutó de esos labios entreabiertos por el placer que él le proporcionaba y busco hacerla llegar al borde ayudándose de sus dedos.

Inmarcesible/ KTHDonde viven las historias. Descúbrelo ahora