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Taehyung abrió los ojos perezosamente, cuando sintió que algo se deslizaba por su pecho provocándole cosquillas

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Taehyung abrió los ojos perezosamente, cuando sintió que algo se deslizaba por su pecho provocándole cosquillas. Ari estaba de rodillas junto a él, su mano acariciaba su piel por debajo de la camisa, comenzando a bajar más y más.

La detuvo de golpe, sujetando su mano antes de que alcanzara ese zona.

Ari sonrió, logrando su objetivo al ver que Taehyung abría sus ojos, despertándose por completo en cuestión de minutos.

-Ya es tarde -informó.

Taehyung se estiro en la cama mirándola mientras estiraba su cuerpo.

-¿Cuánto dormimos?

-Tú cómo unas veinte horas, y yo habré dormido doce -no se sentía como si hubiera dormido tanto-. Pero si no queremos que se desordenen nuestros horarios tenemos que evitar dormir en todo el día.

-¿Tienes en mente alguna idea para matar el tiempo? -preguntó sentándose frente a ella, viendo la bandeja con el desayuno/cena que había preparado.

-Lamento haber revisado.

-Estás en tu casa, Ari... pero desgraciadamente aquí las camas no tienen respaldo.

Y con algo de vergüenza bajo la cabeza sintiendo sus mejillas enrojecer.

-Oh, no lo había notado. Creí que sería buena forma de distraernos.

-Y la es -aseguró acercándose a su rostro para tenerla cerca-. Siempre puedo esposarme las manos a la espalda.

Claro que podía, pero ella no lo dejaría hacer algo así, sería muy incómodo para él, para los dos, y estaba segura de que Taehyung no la dañaría, tal vez había llegado el momento de dejar a un lado las esposas.

Debía de asentir y Taehyung se esposaría sin dudarlo, ella lo sabía mejor que nadie, pero en vez de hacer exactamente lo que él esperaba, lanzo las esposas al suelo y volvió a mirarlo decidida.

-No hace falta -susurro acunando sus mejillas-. Confío en ti.

-¿En serio? -preguntó con los ojos destellantes, inclinándose hacia ella para poder buscar su boca y reclamarla hasta no poder más.

Ari tiró su cabeza hacia atrás para poder conectar sus labios, y sin protestas dejó que él la acostara cuidadosamente en el colchón. Sintiendo como se acomodaba sobre ella sin hacerle daño a su pequeña figura.

Sus manos estaban firmemente apoyadas sobre la almohada junto a su cabeza, él no parecía tener intensiones de interrumpir y tan solo aumentaba la intensidad con la que reclama su boca, afirmando su peso en un brazo para poder acariciar su mejilla con la mano disponible.

Al apartarse, atrapo su labio inferior entre sus dientes y tiró de el con firmeza, provocándole un agudo dolor que extrañadamente le gusto.

No se había sentido como las veces en las que otros hombres habían hecho el mismo gesto, con Taehyung todo se sentía tan bien... hasta el dolor.

Inmarcesible/ KTHDonde viven las historias. Descúbrelo ahora