Inmarcesible/ KTH

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Faltan dos capítulos para el gran final...

Abro los ojos; lo primero que veo es la barba recortada de Mike. No lo pienso, empujó su pecho y la sorpresa hace que me suelte y caiga sobre la tierra húmeda.

-¿Qué mierda haces?

-No me toques -sin siquiera levantarme, lo miro.

-Te has quedado dormida bajo la lluvia -dice, cruzando los brazos. Detrás de él se encuentra uno de los guardias.

-Prefiero morir bajo la lluvia que volver a dormir a tu lado -escupo las palabras con asco y él me agarra del cabello, levantándome del suelo a tirones y antes de poder seguir escupiendo palabras en su contra, me da una cachetada.

-Odio golpearte, amor, pero si no te educo... -él chasquea la lengua- camina.

Manteniendo un agarre doloroso en mi brazo comienza a tironiar, mientras yo hago lo mismo en dirección contraria.

-¿Quieres otro golpe?

-De todas formas vas a hacerme daño —escupo— al menos que sea por estar en contra de toda esta mierda.

—No te entiendo, realmente no logró entenderte —dice— éramos una familia. Ari te he dado una casa, una boda perfecta, te saque de la triste vida que tenías cuando vivías con tu familia y...

—Dime que es un chiste —lo miro con asco— el primer día que me sacaste de mi casa, me tuve que acostumbrar a que me tocarás —los recuerdos golpean con fuerza mi cabeza— me castigaste solo porque rechacé que me tocaras y me obligaste a hablar de cosas que no quería —escupo— me obligaste a casarme contigo porque según tú era la única alternativa para salir del país. Intentaste ahogarme y me abandonaste una vez en el medio de la carretera, sabiendo que habían miles de peligros —sigo— me secuestraron por culpa de tus asquerosos negocios y aún así... —suelto una risa seca— tuve la estúpida idea lo que sentía y ayudarte, has echo de mi vida un infierno.

—Yo no...

—Vives echándome la culpa de todo, eres un maldito monstruo. No intentes justificar tus actos, porque no tienen justificación.

Él me observa tenso.

—Éstas siendo injusta, ¡Siempre he cuidado de ti!

¿Es enserio?

—Oh sí, me sentí muy cuidada, especialmente porque desde que me convertiste en tu esposa pusiste un blanco en mi espada.

—Yo nunca...

—Ahórrate las mentiras, Mike.

—Tú crees que soy un hijo de puta.

—Lo eres.

Mike aprieta la mano aún más alrededor de mi brazo y yo me muerdo la lengua para no chillar de dolor.

—Pero te amo, Ari -masculla- ¿Te olvidas de lo que hice por tí?

—Dime, dime qué hiciste por mí, además de usarme como un trapo de cocina.

—Me he tomado el tiempo de observarte desde lejos ¿Sabes? —él sonríe de forma asquerosa.

—Eres un...

—Puedes decirme todo lo que quieras, insultarme, gritarme e intentar golpearme, pero cuando veas todo, no podrás negar que ese hijo de puta también jugó contigo.

Sin darme tiempo a reaccionar tira de mí brazo y esta vez, lo sigo.

¿Quiere mostrarme una mentira? ¿Él enserio piensa que yo voy a crearle?

Me arrastra hasta la casa, con el sol apenas comenzando a iluminar. Si este lugar no trajera malos recuerdos tan amargos en mi mente, sería precioso.

—Quiero darme un baño antes- le exijo.

—Luego- él ni siquiera me mira y me empuja en dirección al sofá que está al frente al televisor de la sala de estar. Tampoco recuerdo haber visto la tele antes ¿Trajo todo esto ahora? ¿Acondicionó la casa como para que vivimos aquí? ¿Su idea es que nos quedemos aislados del mundo por el resto de la existencia?

Lo veo encender la tele, poner una contraseña de acceso a una carpeta y caigo en cuenta de que funciona exactamente igual que una computadora. Él busca algo, un vídeo y este llena la pantalla, reproduciendo la noche en la que Taehyung me encontró.

—¿Qué...?

—Mirá, cállate y mira —él se sienta a mí lado mientras yo me mantengo tensa con los ojos en la pantalla, donde perfectamente se ve que Taehyung está hablando por teléfono, mientras observa hacia mi antigua casa. La cámara apunta hacia él de espalda.

Siento que mi estómago se  me revuelve y la sensación se pone peor cuando Taehyung se esconde en su auto, cuando Mike me empuja y cierra la puerta en mi cara después de lanzar su asquerosa amenaza.

Mike pone su mano en mi espalda.

—Quita tu mano de mí ¡No me toques! —salto del sofá— esto no limpia todo lo que me has hecho, ¡No cambia nada! —grito— sigues siendo un abusivo, un maldito enfermo y... Me golpeaste, dejaste que tus malditos amigos me violaran ¡Me secuestraste!

—Él se acercó a tí porque todo este tiempo quería llegar a mí —escupe— te utilizó.

—Me sacó de allí, me ayudó a recuperar mi vida y...

—¡Yo debería ser tú vida, Ari! —Mike se levanta y me empuja con violencia sobre el sofá, aplastandome— soy tu esposo, tú eres mía ¡No deberías pensar en nada más! —intento patearlo y empujarlo pero él ni siquiera se mueve. Aplasta mis manos y separa mis piernas, impidiendo que lo ataque— di que eres mía.

—Nunca lo fui, Mike.

—¡Dilo! —el grito me hace sobresaltar pero no lo digo— dilo, Ari.

—No, ¡Déjame!

—Di que eres mía —insiste, poniendo su mano alrededor de mi cuello, sin presionar. Mi cuello aún está sensible y tengo marcado sus dedos, de cuando me atacó en el avión— Dilo...dilo, Ari.

—Suéltame.

—¡Dilo! —insiste.

—¿Para qué? —chillo— piensas que por decir unas cuantas palabras vacías algo va a cambiar, ¡No te pertenezco, Mike! Soy una persona, no un objeto —intento patearlo— nunca fui tuya, ni lo seré— antes de serlo me mato.

Mike me suelta bruscamente y lo veo salir de la casa, dando un portazo. No puedo moverme, porque estoy temblando, petrificada, sin poder hacer nada más que respirar aceleradamente, mientras un montón de ideas disparatadas martillan mi cabeza.

Incluso la idea de saltar por el risco...

...

Perdón por no haber actualizado desde hace mucho tiempo, pero estaba pasando por un bloqueo de escritor. Lo importante es que hay capítulo por los 20k de visitas, les agradezco con todo mi corazón el apoyo incondicional que me dan (◍•ᴗ•◍)❤