Inmarcesible/ KTH

•30•

Taehyung se despertó soñoliento, escuchando a lo lejos el sonido de un timbre que interrumpía su sueño, adormilado y aún con los ojos cerrados se giró sobre la cama, estirando su brazo para abrazar la delgada figura de Ari, sin embargo, sintió tan solo un vacío.

Inmediatamente se enderezo alarmado, por la idea de que ella se hubiera levantado primero sin darle tiempo a prepararle el desayuno.

No obstante, al abrir sus ojos y mirar junto a él, vio a Ari de pie al lado de la cama.

-¿Qué sucede? -preguntó en medio de un bostezo.

-Alguien está tocando el timbre -era cierto, escuchaba un poco más fuerte.

Está vez, se enderezó completamente despabilado, haciendo a un lado las sábanas.

-Quédate aquí Ari -ordeno saliendo de la habitación.

No era normal que alguien tocara el timbre a las cinco de la mañana en una propiedad privada, esas cosas nunca sucedían, mucho menos tratándose de él. Así que se sentía libre de desconfiar.

Bajó las escaleras rápidamente, y atravesó el living, viendo por los cristales, como una sombra negra era percibida del otro lado. Se apresuro a acercarse cuando vio como la sombra se alejaba de la puerta huyendo de la escena, y desgraciadamente, perdió unos minutos quitando el seguro.

Al salir, no había rastro de esa misteriosa persona, sin embargo, una caja esperaba a sus pies.

Ari se acercó lentamente, deteniéndose a los pies de la escalera, para ver cómo Taehyung volvía a entrar en la casa cerrando la puerta con llave y sosteniendo en sus manos una pequeña caja, cerrada con un lazo.

Quito la cinta sosteniéndola en alto, inclinando la cabeza, confundido.

-Esto fue sacado de mi oficina -observo-. Tengo un rollo de está cinta, y recuerdo que lo tenía sobre mi escritorio.

Se apresuró a abrir la caja y volcar su contenido sobre la mesa, encontrándose con algo que los espanto a ambos.

-¿Nos ha estado siguiendo-preguntó Ari, envolviéndose a sí misma y acercándose a la mesa para ver las seis fotos que había sobre esta.

Taehyung no pudo responder, la impotencia y ganas de matar a ese hombre.

Cada una de esas fotos mostraban momentos importantes y íntimos de ellos dos. Una de ellas había sido tomada mientras cenaban en el comedor, y el resto eran del tiempo que han estado en la casa de la playa, lo que significaba que ese hombre los había observado desde el principio.

-Hay una nota -informó Ari, dejando que fuera Taehyung quien lo leyera.

-Nunca dejarás de ser una zorra, sigue chupándoselo a ese hombre, pronto volverás a gozar solo de la mía -sin darse cuenta de lo que hacía, golpeó la mesa con su puño, provocando que Ari saltara espantada hacia atrás-. Maldito infeliz -rugió con impotencia.

-¿Taehyung? -estaba asustada, lo reconocía. Su expresión capaz de asesinar con solo una mirada, la hacía temer por su seguridad, pero al mirarla, todo rastro de agresividad se suavizaba, siendo remplazando por una completa dulzura.

-No voy a dejar que vuelvas con él -aseguró acercándose a ella para buscar sus labios-. Eres mía, Ari...

Ella intentó seguir el ritmo de ese intenso beso que él le daba, pero estaba perdida y agobiada por tanto salvajismo.

Finalmente, y tomándola por sorpresa, se apartó de su sus labios.

-Mike es peligroso, tuvo un problema en su trabajo. Fue ese accidente lo que hizo que comenzara a abusar de mi -era la primera vez que ella hablaba de lo sucedido, y él se sentía incapaz de interrumpirla, así que se acercó lentamente, para escucharla-. Antes era muy cariñoso, me profesaba amor eterno todas las noches, y planeábamos tener en un futuro un bebé. Entonces lo sacaron del trabajo y empezó con ese problema.

Taehyung sentía como su pecho se cerraba, al escuchar las palabras de Ari.

-Intenté ayudarlo, pero se negó y comenzó a golpearme, al principio solo lo hacía cuando bebía, luego todo el tiempo, un día tras otro. Entonces me trajo ese lindo regalo -escupió con sarcasmo, comenzando a llorar-. Amor, mis amigos quieren divertirse ¿por qué no ayudas un poco? -se burló imitando la voz de Mike-. Habría muerto de no ser por ti, Taehyung.

-Nena.

-Gracias por llegar en el momento preciso.

Él acarició su mejilla suspirando.

-Lamento no haber llegado a tiempo.

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No saben lo triste que estoy al saber que se acerca el final 🤧🤧🤧🤧

Muchos besos para ustedes, y nos leemos pronto 💜🧡💜