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—¡No! —tiro de mi brazo para intentar acercarme a Taehyung, pero Mike me jala— ¡Suéltame! ¡Déjame!

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—¡No! —tiro de mi brazo para intentar acercarme a Taehyung, pero Mike me jala— ¡Suéltame! ¡Déjame!

—Nos vamos cariño.

Lo pateo, lo empujo. Ari, esa Ari temerosa, que no tiene propósito de vida está muerta. Ahora sé quién soy, ahora sé que hay personas que me aman y que quieren verme. Ahora quiero a alguien. Quiero a Taehyung y él me quiere a mí. Voy a pelear.

Pelearé por mí y por él, porque merezco ser feliz, porque Mike no es mi dueño y por que ahora sé que hay otro mundo mejor, en donde puedo ser libre, no quiero volver con él.

—¡Suéltame, hijo de puta! —le doy un codazo.

Mike se ríe, se burla de mí y guarda el arma en su pantalón, para luego agarrarme del cuello y acercar su rostro al mío.

—¿Ahora eres una luchadora, esposita? Bien, esto será divertido —sisea— tú amante no está muerto, tonta, solo quiero dejarle un recordatorio para que no quiera pasarse de listo conmigo —dice— ahora, si no quieres que termine de matarlo, camina —me suelta y me empuja en dirección a la puerta— tú y yo tendremos una larga conversación Ari —vuelve a empujarme y me saca de la casa, sin dejar que vea a Taehyung, sin poder despedirme de él y sin que me escuche prometerle que regresaría —vas a pagarme lo que hiciste.

—¡Yo no hice nada! —le grito— tú y tus malditos amigos me han robado mi vida, ¡Me violaron! —escupo.

—Mira qué valiente —Mike me sonríe y me empuja hacia un auto que no reconozco— es una pena, Ari, realmente una pena que hayas echo todo este circo…

—¿Circo? ¡Es mi vida! La vida que tú y tus amigos me arrebataron.

—Te dije que jamás podrías alejarte de mí, Ari.

—¿Cómo me encontraste?

—La policía es una mierda —sonríe, encogiéndose de hombros— hay gente codiciosa y… todos entienden el idioma dinero —gruñe.

—Supongo que puedes decirme su nombre.

—Podría pero no lo haré .

—Acabare contigo —le digo.

Mike se ríe.

—Me agrada que pienses que puedes llegar hacerme algún tipo de daño —Mike presiona un poco sus dedos en mi garganta mientras mantiene una sonrisa asquerosa en su rostro— bien, veamos cuánto aguantas.

Me agarra del cabello, ahora corto y literalmente me lleva a un auto mientras yo me quejo y gritó. Nadie me escuchará, es de noche y estamos en una zona privada.

Mike abre la puerta trasera del coche y me empuja dentro. Noto entonces que hay alguien más en el coche.

Antes de que pueda decir algo, Mike también entra al coche, dejándose caer a mí lado y agarrando mis muñecas con fuerza.

Inmarcesible/ KTHDonde viven las historias. Descúbrelo ahora