Capitulo 20

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Preparaba el desayuno, comenzaban a construir una vida juntos pero todavía dudaba a veces: se ponía a pensar cómo había logrado aquello, a los 16 estaba seguro que sería un amor no correspondido, ahora cumplirían 20 y estaban despertando juntos todos los días; ese nudo en el estómago que sentía en la adolescencia seguía ahí, a veces podía pasar largos ratos mirando a Shoto, buscaba formas raras de hacerlo reír y todavía se avergonzaba en cada comida cuando su novio le sonreía como cuando eran adolescentes;

-mierda, Todoidiota, ya baja a desayunar, no soy tu maldita criada me tienes que ayudar a limpiar el jodido apartamento- gritó desde la cocina y lo vio asomarse en esa pequeña barda que del segundo piso, una suerte de tapanco, donde estaba su habitación: en el centro una cama matrimonial con dos pequeños muebles a los costados y un cuarto pequeño como closet.

-no jodas, ¿por qué mierdas sigues usando eso de pijama, duermo a un lado de ti; que mierdas tienes en la cabeza?-

-me gusta-

La navidad antes de salir de la UA, para variar, Eijiro tuvo la mejor idea de todas, la mejor broma jamás pensada; entonces solo ellos sabían de la relación y eso le dio la mejor idea del mundo; convenció a Ashido de acompañarlo al centro y en un pequeño local mando imprimir una pijama, en el frente una foto de Bakugou en uniforme de héroe con el ceño fruncido y lanzando una explosión al cielo, estaba de cuclillas y su otro puño daba al suelo, en la espalda "Ground zero"; era una playera blanca que hacía juego con un pantalón de pijama negro. Mina estaba dudosa, la reacción de Todoroki iba a ser una joya pero Katsuki los iba a matar; a Karishima aquello le importaba poco, sabía que podía resistir el ataque, pero el momento en el que abriera eso sería una maravilla; lo preparo todo y durante la celebración, frente a toda la clase, lo entregó; los ojos de Shoto brillaron al ver aquella cosa, se sonrojó al instante y le dio las gracias con un abrazo; la clase entera entró en un silencio sepulcral y luego nadie pudo aguantar la risa, era la mejor broma que habían visto jamás y supusieron que Todoroki no lo había entendido, el abrazo que le siguió al regalo les había causado aún más gracia mientras Katsuki entraba en modo furia, pero se detuvo, un par de ojos heterocromos lo miraban con ternura mientras sostenían una playera con su imagen. Nunca lo había visto usar aquella cosa hasta que se mudó, pero era evidente que la usaba con frecuencia, la tela estaba gastada y los pantalones deslavados.

-te voy a tirar esa mierda, repito, duermo a un lado tuyo, porque mierdas te pones eso- volvió a gritar pero sintió un par de brazos rodeándolo por la espalda y algunos besos en su cuello; no podía alegar con eso; acomodo la mesa y la discusión acabó, todavía sentía mariposas en el estómago cada vez que el maldito dos caras hacía esas cosas.

-voy a cenar con mamá en un restaurante, me ha estado mandando mensajes para invitarme-

-Tengo turno de 24, lava la ropa si vuelves temprano, para no tener que poner la carga en mi día libre-

-¡Caramelo, te voy a extrañar todo el día!-

-y yo a ti, idiota, pero tenemos que apresurarnos-

La rutina era algo que les sentaba bien a ambos, podían estar separados mucho tiempo, tenían sus propios espacios y sus tiempos, aunque a veces se cruzaban, no les permitía estar mucho tiempo juntos; a veces respondían a la par a llamados, al fin de cuentas Hawks y Endevour mantenían una relación estrecha, trabajaban por el mismo fin y con frecuencia terminaban de nuevo luchando como en los tiempos de la UA, seguían siendo un buen equipo y eso los estaba posicionado alto con bastante rapidez, pronto tendrían que formar sus propias agencias y había algo en ellos que los llamaba a hacerlo juntos pero el destino manifiesto en Deku los obligaba  entrenar un poco más, sabían que tarde o temprano volverían a tener una batalla épica; volverían a jugársela con todo, pero de momento, por este pequeño rato de esta historia secundaria estaban queriendo solo encerrarse en su burbuja, quererse con más frecuencia y amarse con todo lo que podían, no sabían si un día solo uno de ellos regresaría a ese pequeño apartamento.

Salió de la agencia cerca de las siete y tomo su auto, la ciudad se veía tranquila salvo por algunos incidentes menores, pensó que su novio estaría aburrido y frustrado, tal vez encerrado en el gimnasio pequeño de la agencia de Hawks o de guardia, el tipo le daba mala espina, pero suponía que era solo porque su novio era realmente guapo y todavía recordaba la maldita presencia de Dabi intentando entrometerse entre ellos, su acoso nunca paró en realidad, pero Bakugou tenía el mando y había decidido solo dejarlo, tarde o temprano lo atraparon, tarde o temprano se desharía de esa carga. El restaurante era lujoso pero especializado en distintos platillos tradicionales, dejó el auto en el valet parking y se dio cuenta que no estaba ni medianamente vestido para la ocasión, traía un par de pantalones de vestir ajustados, una playera azul y una camisa a cuadros, llevaba tenis; suspiro por la elección de Rei y entró a recepción, "la reservación de Todoroki" dijo y una mujer en kimono lo guió por entre mesas a un pasillo largo con pequeños cuartos separados por paneles bellamente pintados con flores de cerezo, casi al final de aquel pasillo abrió una puerta y lo guió a una mesa al ras del piso en el centro de la habitación, la mujer había entrado de rodillas y él la siguió respetando el protocolo; toda su vida había estado en un entorno tradicional, pensó en lo raro que sería llevar a Katsuki que se desesperaba de los rituales.

Pidió una cerveza y anunció que esperaría; un vaso y medio después entró por la puerta Cami y se sentó frente a él, lo vio visiblemente confundido, estaba seguro de haber entendido bien, saco su celular y volvió a checar los mensajes de Rei, había entendido bien, no sabía que estaba pasando,

-¿qué pasa Todoroki?-

-pensé que cenaría con mi madre-

-¿perdón?-

Intentaron cruzar historias, al parecer Rei había organizado aquello como una cita a ciegas, por lo menos la mitad de ella estaba a ciegas, había sido una charla entre las dos familias, la familia de Cami le había enviado a Rei un folder matrimonial, una de esas cosas que parecen en desuso donde se describen las virtudes de una mujer y se acompañan con fotografías en trajes tradicionales para que las familias ayuden a sus hijos solteros a buscar pareja cuando parece que están rebasando la edad del matrimonio. Shoto se quedó confundido y molesto, pero prefirió hablar directamente con a chica, no consideró prudente hacer una escena o salir del lugar,  la conocía y habían compartido juntos algún tiempo en las clases suplementarias,

-perdón por hacerte perder tu tiempo Cami, esto es un error de mamá, yo no soy soltero, vivo con mi pareja-

La mirada de la chica cambió por completo, era un estrés extraño que sintió por un momento; aquel chico la había rechazado hacía mucho tiempo pero la forma en la que su familia había tomado las riendas de esa cita le hacía suponer que ahora él habría podido rectificar, lo que escuchaba ya molestaba, estaba más enojada que triste, se sintió rechazada, pero no entendía qué había pasado y quería saberlo,

-¿te casarás con ella?- preguntó, necesitaba toda la información que pudiera y entender porque sí la familia de Todoroki estaba al tanto ahora estaban organizando esta clase de citas,

-con él, pero no lo hemos hablado, supongo que tarde o temprano lo haremos, aunque queremos esperar a leyes más equitativas-

-disculpa, no sé si estoy entendiendo bien, ¿quieres decir que viven con tu pareja, que es un hombre?-

-Justamente, de hecho debes recordarlo, tomo las clases suplementarias con nosotros-

-¿el tipo rubio, es en serio?-

En principio Shoto supuso que aquella explicación y charla habían salido bien, claro, era una explicación necesaria y consideraba que la batalla vendría después, al intentar persuadir a Rei de parar esa locura, pero lo cierto es Cami se veía molesta, estaba muy molesta en realidad.

Volvió a casa con suficiente tiempo para poner la ropa en la lavadora y con comida para el desayuno del día siguiente, cocinar era algo que le venía mejor a Katsuki aunque suponía que estaría demasiado cansado. Estaba algo orgulloso de sí mismo, entró al apartamento y comenzó con sus labores, fue cuando lo noto, sobre el piso un sobre, lo debieron meter por debajo de la puerta, pensó, al tomarlo noto con letra algo confusa "gatito" escrito entre corazones. El corazón se le paralizó un momento pero tomó fuerzas para dejarlo sobre la mesa, al día siguiente, ya juntos, podrían mirar aquello. 

Un estallido (todobaku)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora