Capitulo 22

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Esa maldita cama era demasiado pequeña, se preguntaba cómo mierdas le habían hecho los años de la UA para caber en ese jodido espacio, recordaba no solo que podían dormir cómodos, ese maldito colchón había visto de todo y ahora apenas y cabían para dormir incómodos; él no había crecido casi nada, a caso unos centímetros, seguía por el 1.80 de estatura; pero Shoto era altísimo ahora, al grado de a pesar de ser musculoso sobre la ropa se miraba esbelto; le llevaba algo más de 10 centímetros y en este momento se notaban; tenía las piernas dobladas por detrás de las suyas, uno de sus brazos bajo su cabeza haciéndola de almohada y la otra rodeándolo por la cintura. Llegaron a la casa de los Bakugou por la noche, separados y cansados, los últimos siete días habían sido atareados para ambos, por alguna razón un montón de locos habían soltado ataques al azar, desde pequeños asaltos bancarios hasta un par de atentados a edificios que habían aterrado la ciudad; ese movimiento extraño los mantuvo separados toda la semana, algunas veces, en eventos mayores se encontraban y peleaban juntos, el lazo entre Hawks y Endevour se había consolidado con el tiempo y no era raro que actuarán coordinadamente; el resto del tiempo terminaron por ni siquiera poder cruzarse en el apartamento; está era la primera noche que dormían juntos en al menos ocho días, y habían llegado tan cansados que no cruzaron ni dos palabras antes de quedarse dormidos en esa cama miniatura de la casa familiar.

El cuerpo de Shoto se le enredaba y no lo abrazo como siempre, se dejó abrazar, le daba la impresión que los pies de su novio se saldrían de la cama y que el ancho de sus hombros lo tiraría tarde o temprano, pero ahí estaban casi ocho horas después, aún enredados y somnolientos; quiso zafarse, sabía que si la vieja los había obligado a pasar el fin de semana con ellos bajo pretexto de una carne asada era porque lo quería poner a trabajar, no pudo, el agarre de Todoroki era fuerte y solo lograba sacudirlo, lo escucho bostezar y decir algo que no entendió; vaya que tenía el sueño pesado, seguía durmiendo como si le faltara de toda la vida, y seguía viéndose entre adorable y ridículo; la mano de su cintura lo soltó pero su almohada lo abrazó del pecho con fuerza, que mierda, porque se acomodaba cuando él quería levantarse, sintió caricias en los muslos desnudos; aquel lugar era tan pequeñito que acabó durmiendo en bóxer, luego una mano se le coló por las nalgas y lo acariciaba entre balbuceos,

-Joder, Todocaliente, estamos en casa de los viejos, mierda déjame- le gritó furioso, su rostro cambio en seco a su versión furia

-no será la primera vez que lo hacemos en esta cama, te extrañe, mi Caramelo- escuchó en su oído, pero la voz de Shoto salía adormilada, era como si actuara en sueños;

Su mano se le coló un poco más y las caricias en sus nalgas se convirtieron en un par de dedos separándolas, se alertó, en verdad el idiota mitad y mitad iba a hacerlo ahí, en la jodida cama de su vieja habitación, con sus viejos afuera, agachó la cara y se cubrió el rostro con la almohada, la mordió poquito cuando sintió un dedo entrar por su ano y comenzar a jugar dentro de él,

-¡no, Shoto!, espérate, los viejos, no estoy limpio- se dio cuenta que casi automáticamente sus caderas comenzaron a moverse poco bajo las sábanas, que mierdas estaba pensando, desde cuando el idiota de había vuelto tan aventurero, sintió un dedo más y luego otro, echó el brazo hacia atrás y comenzó a pegarle con el puño medio cerrado para llamar su atención

-no me pegues- recibió de respuesta y los dedos salieron, ahora estaba caliente y tenía que levantarse para escuchar a la vieja pedirle cosas y ponerlo a cocinar mientras ella se tomaba el jodido día libre, pero no lo soltaron, sintió la punta del pene de Shoto tomar el lugar de los dedos, pego de nuevo su cara en la almohada,

-¡maldita sea, no seas idiota, no estoy limpio, no tenemos condones, estamos en mi maldita casa y mis viejos ya deben estar despiertos! ¡Joder! ¡Shoto! ¡Ya!- dijo, no estaba bien seguro de si eran solo ganas de renegar o no porque no era exactamente una persona fácil de maniobrar y podía pelear para zafarse bastante fácil, la mano que lo aprisionaba del pecho estaba jugando con su pecho y sus pezones y la otra buscaba como acomodarse para penetrarlo, sintió el primer empujón y mordió la almohada, uno más y ahora estaba todo lleno, Todoroki entró completo de un solo empujón y de puro milagro no había gritado al sentirlo;

Un estallido (todobaku)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora